Mud, amar es duro y cruel

Publicado el 16 septiembre 2017 por Patrick Bateman @CinefiliasO

No sé si es del todo cierto, pero dicen que el primer amor es el que perdura toda la vida, que te marca profundamente para el resto de tus días. En 2012, el director estadounidense Jeff Nichols nos ofrecía su particular visión de un amor inconmensurable. Una visión dura a la par que tierna con un personaje atormentado por su propio deseo.

Pero Mud no es una película romántica al uso, es un thriller criminal con tintes románticos que no cae en sentimientos baratos. Su director nos plantea esperanza a la vez que desolación en una película que si no llega a ser brillante en su totalidad, es altamente recomendable darle un visionado.

Una historia de superación y desolación en constante armonía interpretada por un Matthew McConaughey (Interstellar, Dallas Buyers Club), actor que ha demostrado desde su participación con William Friedkin en Killer Joe, un talento innato para dar vida a personajes atormentados y de bastante carga dramática.
En Mud interpreta a un vaquero moderno del que iremos conociendo detalles paulatinamente en su justa medida conforme la historia adquiere solidez.

El actor Tejano ya había sorprendido con algún papel fuera de sus roles habituales en comedias románticas, por ejemplo, en El imperio del fuego junto a Christian Bale, pero es en estos últimos años cuando ha pegado un giro radical a lo que nos ofrecía habitualmente, entre sus papeles más cruentos, están el de Ron Woodroof en Dallas Buyers Club y el Rush Cohle en la primera temporada de la serie True Detective.

En una isla del Mississippi, dos chicos descubren a un fugitivo llamado Mud. Ha matado a un hombre para proteger al amor de su vida, Juniper, y ahora se oculta de los cazadores de recompensas. Los chicos acceden a ayudarle a reunirse con Juniper y preparar su huida juntos, sin saber que la aparición de Mud significa el fin de sus infancias.

El guión de Mud, escrito por el propio director, nos plantea una película para adultos pero con un toque jovial, dado que Ellis y Neckbone, los dos adolescentes que acompañan a Mud (McConaughey) en una misión que les descubrirá lo dura y triste que puede llegar a ser la vida de un adulto en un mundo cruel, y que les hará conocer la decepción.

Ellis, interpretado con mucha solvencia por Tye Sheridan (X-Men Apocalypse) crea un fuerte vínculo con Mud, y establece una relación filio parental con Mud. Mientras que Jacob Lofland (Los hombres libres de Jones) da vida a Neckbone, un personaje secundario que no goza de mucho protagonismo en el contexto de la historia, pero que siempre acompaña al bueno e inocente Ellis allá donde va, como un protector vigilante. La película, además del amor, afronta el paso de la adolescencia a la etapa adulta.

La banda sonora compuesta por David Wingo, que ya ha trabajado bajo las órdenes en una película anterior del propio Jeff Nichols, juega un papel importante en la atmósfera enigmática que nos propone la historia.

Una historia, que como he dicho más arriba, adquiere solidez paulatinamente, y de ello se encarga el personaje de Ellis, que mantiene su propia historia personal en una subtrama que lo llevan por un camino y situaciones que bien podría haber vivido Mud cuando era un adolescente, pero eso queda a la libre interpretación de cada espectador.

Yo sin más que decir, recomiendo su visionado para que cada uno obtenga su propia lectura y disfrute de un McConaughey en un papel que no llega al tormento y desesperación de recientes trabajos del actor, pero que brilla en cada una de sus escenas.