Uno de mis primeros recuerdos musicales tiene que ver con Malcolm Young. Es la portada del Highway to Hell de AC/DC. Hablamos del primer lustro de los ochenta y me parecía una peña increíblemente malencarada y chunga. Y yo pensaba que ese tipo de la izquierda de camiseta blanca era el cantante.
¿El cantante a la izquierda? No lo sé, pero por algún motivo ese me parecía especialmente intrigante. Ese era EL TIPO. Y eso a pesar de que a su lado hay otro con cuernos y rabo de demonio. Y eso a pesar de que todos en general dan un rollo extraño. Pero Malcolm irradiaba cosas, muchas cosas.
Intentaba hilar la portada con lo que sonaba a través del vinilo de mi hermano mayor, el que ponía de manera incesante para escuchar crepitar los surcos con trallazos como Girls got Rythm
, Shot down in flames y esa barbaridad llamada If you want blood.Esta última me la ponía mi abuela delante de sus amigas para que yo tocara la air guitar con cinco o seis años. No veáis cómo triunfaba en aquel entonces en el segmento de edad superior a los setenta años. Me tiraban caramelos, me comían a besos. Era una puta estrella del rock.
Ahora esas canciones y esos momentazos locos se agolpan en mi cabeza, rebotando a saco como con mucho eco mientras escribo estas breves líneas con motivo de la muerte a los 64 años de Malcolm Young, fundador y alma de AC/DC contra viento y marea hasta que fue internado con demencia en una residencia australiana en septiembre de 2014.
Era cuestión de tiempo, pero eso nunca amortigua el hostiazo de la muerte. Es así de cruel. Aunque en la última gira del grupo ya ni estuviera. Bueno, en realidad siempre estaba, pues él inventó el sonido AC/DC junto a su hermano mayor el productor George Young, fallecido hace apenas un mes.
Malos tiempos para ser seguidor de AC/DC y fiel del rock n roll. Con la marcha de Malcolm se va un pedazo de bloque tremendamente enorme de todo este tinglado. Puede que no sea muy reconocido porque su hermano Angus se lleva todos los focos, pero es que hasta en eso fue siempre inteligente y enorme.
Para mi AC/DC es algo sobrenatural. Es vida rebosando por las venas. Es puto rock n roll. Los conciertos de AC/DC son días extremadamente felices. Aunque sea con Axl en Lisboa (os lo cuento AQUÍ). Yo sin AC/DC no podría vivir. Y me duele el paso del tiempo y la puta jodienda de la muerte.
Malcolm, querido, gracias por la música. We salute you! En tu honor recuperamos crónicas pasadas aquí escritas:
- AC/DC (2000) Palacio de los Deportes. Madrid
- Inauguración de la calle AC/DC en Leganés- AC/DC (2009) Palacio de los Deportes. Madrid
- AC/DC (2009) Vicente Calderón. Madrid
- AC/DC (2010) Estadio de La Cartuja. Sevilla
- AC/DC (2015) Vicente Calderón. Madrid (1)
- AC/DC (2015) Vicente Calderón. Madrid (2)
- AC/DC (2016) Paseo Marítimo de Alges. Lisboa