Detrás quedaron sus noches sin fin, sus amores correspondidos y despechados, sus botellas vacías y su mirar al sol de futuro sin quemarse la retina.
Muere Chavela Vargas, la chamana, para trascender en sus músicas y en los recuerdos de esa mujer bravía y conocedora que pobló muchas decenas del siglo XX y alguna del XXI.
Chavela Vargas, aquí. Recuerdos del día de mañana.