No obstante, en esta ocasión, he disfrutado más de los personajes que de la ambientación y el contexto histórico-cultural, y es que se profundiza más en ellos. Me ha gustado ser testigo de la evolución de Zúñiga y de Pelayo, de conocer más sobre Leonor e Isabel, así como a secundarios como Gorane, un personaje que llega a confundir, y que es considerada de distinta forma según los ojos que la miran (desde los míos, del siglo XXI, una pelagarta).
Sorprendida gratamente con la primera entrega, con esta segunda he disfrutado muchísimo también. Mañana sale a la venta la tercera, una nueva aventura de este personaje que ya nos ha cautivado a tantos. Habrá que hacer una visita a la librería. Lo veo.
"Nuestro mundo íntimo se encuentra en guardia permanente. Las luchas interiores forman parte de nuestro ser. Y, aunque aparentemos coherencia y actuemos con ella, algo intrínseco de nuestra alma nos hará dudar cada vez que tengamos que elegir entre dos caminos."