La ópera prima de Natalia Metaestá caracterizada por valerse de una producción brillante desde la puesta en escena. Se destaca el trabajo de ambientación logrado para plantar una estética que merodea en la oscuridad, en las luces de neón y que juega con el color fucsia en determinados escenarios para representar energía, entusiasmo y mucha vibra. Interesante encuadre ochentoso, con guiños a situaciones que tuvieron lugar en la época y con una crítica irónica hacia la corrupción y “adornos” de quienes ocupan posiciones de poder o rangos jerárquicos elevados en los sistemas judiciales-policíacos.El inspector Chávez (Demián Bichir) es el encargado de investigar un homicidio de trasfondo pasional-homosexual, ocurrido en una distinguida zona de Buenos Aires. El agente Gómez (“Chino” Darín), intenta cooperar en la resolución del crimen, aliándose a nuestro protagonista y alistándose en cada salida que pueda orientar a una pista para encontrar al asesino.
LO MEJOR:musicalización, estética, actuaciones. Llevadera, con bastante humor e ironía.LO PEOR: vueltas de tuerca o determinaciones faltas de fuerza.
PUNTAJE:8