Él sólo despertó de un sobre salto , se había sentado al borde de la ventana y era más de media noche, se sentía somnoliento y extrañado; salió a caminar por la orilla de la playa escuchando las ondas de la música y del penetrante oleaje; al sentir de nuevo sueño, marchó camino a casa y sintió que alguien lo observaba, pero él era el único que estaba allí. Luego, en casa, al sentir la presión de una mirada pertinente se negó a mirar y sólo se levantó, fue a la cocina, tomó un poco de agua y al salir, se vio en un espejo, sólo al verse, vio su muerte acercándose cada vez más, no le dio tiempo de dar su último suspiro a la oscura soledad en la que el mismo se había envuelto.
Esa fue la última vez que lo vieron, y nadie sabe qué sucedió, solo había un mensaje escrito con sangre en el escalofriante espejo ”ES SIMPLEMENTE UNA MUERTE VIVA, UNA REAL Y VERDADERA MUERTE”. Seguramente este mensaje fue lo único que pudo escribir en sus últimos momentos. Había una escena escalofriante, y la sangre lo rodeaba todo. Al seguir investigando hallaron, una caja muy peculiar y antigua por lo visto, al abrirla sólo contenía unos pequeños huesos y un nombre escrito ‘‘DANIELLE”, no comprendían lo que significaba, solo estaban más confundidos.
Luego, entró un frío a la habitación junto con un sonido hiriente y espantoso, que los dejó a todos perplejos. Quisieron salir pero no pudieron, estaban allí encerrados; escuchaban muchos gritos, murmullos y risas, pero de repente se apagaron las luces todo se empezó a poner peor, cada vez sentían más miedo pero no lo podían evitar, más solo pensaban en cuando acabaría todo esto. De nuevo escuchaban gritos seguidos de algunas cosas cayendo. Cada grito se oía más doloroso y con más fuerza que el anterior, no sabían que sucedía, pero solo uno sobrevivió y salió de ese horrible lugar; quedó tan atormentado que nunca volvió a ser el mismo, y al final, desapareció también como sus compañeros aquel día en esa casa. Nadie volvió a entrar a ese lugar, pero cada noche a la misma hora, se escucha a lo lejos esos gritos lamentables y ese sonido hiriente que le dio fin a sus vidas para siempre.