Muerte por miniserie

Publicado el 14 octubre 2013 por Molinos @molinos1282
Las miniseries son el último escalón de la ficción audiovisual. Son peligrosísimas y siempre siempre siempre hay que huir de ellas como sea. Hacedme caso. Se de lo que hablo.
Para empezar engañan con la denominación: serie, telenovela, telefilme...incluso largometraje dan una pista sobre aquello a lo que te enfrentas. "Miniserie" es un nombre simpático, parece inofensivo y te acercas a ella todo inocente...y caes en sus garras y te machaca.
Todas las miniseries son malas. Todas. Por definición. Si alguna es buena se convierte en una película muy buena y muy larga. De hecho Doctor Zhivago o Lo que el viento se llevo si fueran malas serían miniseries.
Las miniseries son o bien el principio de una carrera muy corta actoralmente hablando o el cementerio de elefantes de actores conocidos. De hecho cuando reconoces a algún actor ipsofacticamente tienes este pensamiento: ¿Ese es Kyle Maclachlan? ¿Qué hace ahí? ¿Qué le habrá pasado en la vida para estar actuando en este horror? ¿tan mal anda de pasta? ¿serán las drogas? ¿la bebida? ¿tan barato cuesta?. Este pensamiento no se aplica si el protagonista es Terence Hill, entonces lo que piensas es ¿Sigue vivo? y haces cálculos sobre la edad que tiene recurriendo a que ya era "mayor" cuando tú tenías 7 años...acabas llegando a la conclusión de que tiene 140 años.
El croma es el rey. ¿No sabéis lo que es el croma? Mirad esta maravillosa escena de Memorias de África y lo notaréis enseguida. Exacto, Meryl y Robert no vuelan de verdad, hacen el paripé en el avión sobre un fondo proyectado. ¿Importa? No. Estás tan metido en la historia que no te das cuenta. En las miniseries el efecto es más bien ¿Pero qué mierda es esa? Los productores y directores  de miniseries son adictos del croma y como cualquier adicto, creen que nadie se da cuenta...usan y abusan consiguiendo que  lo que a ellos les produce oleadas de placer, a los demás les provoca arcadas y les saca (si es que habían conseguido estar dentro en algún momento) de la historia porque uno se dedica a "la caza del croma". 
El abuso del croma se debe sobre todo a que las miniseries son siempre demasiado ambiciosas. Van siempre a (intentar) contar grandes epopeyas e historias. Podrían contarlo todo en interiores, como en las pelis antiguas, pero para eso necesitarían dos cosas que normalmente no tienen:
a) buenos actores.  Cuando hay algún actor bueno siempre se les nota como desganados, con pinta de "para esto me he quedado". b) buenos guionistas. O en su defecto un guionista que sepa que en una miniserie además de ocupar metraje con escenas que se suceden sin ningún interés debe contarse una historia medianamente interesante.
Como resultado de esto,  una buena miniserie de las buenas buenas de horribles que son se define por: una historia absurda, unas actuaciones horripilantes, un abuso del croma sobre todo en sus 10 primeros minutos con la (ineficaz) intención de epatar y enganchar al espectador y una lentitud de narración que hace que hasta los relieves del Parthenon tengan más ritmo.
Los directores de miniseries son tíos ambiciosos. Muy ambiciosos y con una autoestima a base de bombas. Ellos no quieren contar la típica historia de "chico conoce chica se enamoran, se enfadan pero acaban juntos" o algo típico de tv movie de sobremesa " ama de casa que parece normal se enamora del novio de su hija adolescente para descubrir que además de ser el novio de su hija es su hijo secreto de un affair que tuvo con un primo de su padre que no era su tio sino un ligue de su madre que además era espía ruso". No. Ellos aspiran a más. Y tienen mucha querencia por la historia. Me los imagino pensando "Mmmm..¿qué queda por contar?  El descubrimiento de Troya, los viajes de Marcopolo, 3000 años de historia China, La vida de Atila...

Si alguno prefiere ser más contemporáneo entonces la trama siempre incluye algún viaje a un desierto, una conspiración en el Vaticano o en su defecto policías malvados, unos malos que quieren contaminar algo y un viejo bonachón que lo sabe todo y muere en los primeros minutos dejando "muchas incógnitas".
Ni que decir tiene que si al empezar pone "basada en la novela de Julio Verne" puedes estar convencido de que ha sido requisito imprescindible a la hora de contratar al guionista que no hubiera leído a Julio Verne...de hecho, que ni siquiera quien sepa quién es Julio Verno es lo que hizo que le dieran el trabajo.
En una miniserie si hay alguien de oriente, entendiéndose Oriente cualquier cosa más allá de Austria, lleva turbante da igual la época que sea. Si es chino siempre lleva bombachos o babuchas y si es actual da patadas. Por supuesto, todos sabemos que los actores van disfrazados, lo que ocurre en las miniseries es que se nota que son disfraces y que además a los actores "les pican".
En una miniserie histórica siempre aparece alguien con un reloj de muñeca que no debería estar ahí. Buscarlo y encontrarlo es uno de los pocos divertimentos que tienen.
Es fundamental, fundamental que, a diferencia de lo que ocurre en las pelis muy largas pero muy buenas,  entre los protagonistas, ella y él, no haya el más mínimo atisbo de química. Entre ellos suele haber la misma TSNR que entre un fax y un tuper...o incluso menos. Las escenas de supuesto amor provocan la misma emoción que ver a Hello Kitty besarse...con quien sea que se puede besar Hello Kitty.
En cuanto a los países de origen de las miniseries hay diferencias claras. A los americanos normalmente lo que les ocurre es que se les va la mano haciendo una peli, se pasan de metraje y dicen "llamémoslo miniserie y lo estrenamos en tv porque para el cine es demasiado largo, la gente se hará pis". Los europeos no. Los europeos siempre van de gafapasta culturetas y con sus miniseries pretenden educar a la humanidad.Misteriosamente además es para algo para lo que se suelen poner de acuerdo y tener dinero. Todas son coproducciones de 25 países...joder..ya podían ponerse de acuerdo para financiar algo decente.
Una miniserie JAMÁS es divertida. Jamás. Puedes reírte de desesperación o de incredulidad pero no son nunca divertidas. Si hacia la cuarta hora te estás riendo mucho, no es diversión, es Síndrome de Estocolmo.
Ya se lo que vais a estar pensando. No son peores que una peli mala. Error. Una peli mala es como es disparo, como una puñalada en el corazón...doloroso pero corto. Una miniserie es ahogarte en arenas movedizas sin ser capaz de escapar. Es una muerte lenta y dolorosa de la que ni siquiera te saca la siesta, porque cuando te despiertas...Terence Hill sigue ahí.
PS: antes de que me crujáis. Black Mirror, Sherlock, Game Change y demás no son miniseries...son series con pocos capítulos, parece lo mismo pero no lo es y no se programan igual.