Una de las sorpresas del día fue Lo que hacemos en las sombras de los directores Jemanine Clement y Taika Waititi que también se reservan dos de los personajes protagonistas. Los dos son protagonistas de la serie Los conchords y al primero lo hemos visto en películas como la genial Gentlemen Broncos. La idea de interpretando al novelista de ciencia ficción Chevalier. La película se plantea reuniendo en una misma historia a las distintas representaciones que de los vampiros se ha dado a lo largo de la historia del cine. Desde el mítico y tenebroso Nosferatu de Murnau hasta el descafeinado y nada atemorizador vampiro de Crepúsculo. El género utilizado es el de comedia en la que los personajes simulan ser protagonistas de un documental. Es un recurso no muy novedoso, es el que utilizan series como Modern Family pero eso no significa que no funcione; resulta simpático ver como unos personajes a priori tan malévolos resultan humanos y agradables. Y es que los vampiros no dejan de serlo y aunque uno pueda sentir simpatía por ellos seguirán siendo asesinos y depredadores. Sería interesante analizar en algún momento si se puede juzgar a los vampiros moralmente pues en principio no asesinan por placer sino por una cuestión de supervivencia, sólo que en este caso nosotros somos las piezas que cazan y no los cazadores. Porque si ellos son malvados y crueles por asesinar personas para alimentarse nosotros también podríamos serlo por matar animales para comer. La película merece la pena y por suerte tiene distribuidora en España así que pronto podremos verla en cine.
La presentadora de la muestra Leticia Dolera dio la clave de esta muestra y es el amor. Este sentimiento es lo que hace mover al mundo, hacemos cosas para que nos quieran, porque queremos a otras personas y porque nos queremos a nosotros mismos. La complicidad que transmite con el público hace que parezca que no haya una separación entre ella que está en el escenario y nosotros que estamos en el patio de butacas. Ella dice lo que muchos pensamos, es nuestra voz y ya sólo por eso tenemos que agradecérselo.