Opciones de entretención para estos días festivos.
Volantines, trompos, el palo ensebado y las carreras reaparecen cada 18 de septiembre. También los trajes de huaso, la cueca y los payadores. Todas esa expresiones nos recuerdan parte de la historia y de las tradiciones chilenas.
EL LUCHE:
Este pasatiempo popular que se juega desde los tiempos de la Colonia y que actualmente entretiene a las colegialas, se conoce también con los nombres de Rayuela Mariola, Reina Mora, Coxcojilla e Infernáculo. Su origen se atribuye a la creatividad y espiritualidad de un monje español, quien en realidad quiso representar a través del juego un concepto que tiene que ver con un tema espiritual: las distintas etapas de la vida del ser humano. Así conceptos como el nacimiento y el paso de la muerte se esconden tras la estructura del juego, que pese a aparecer bastante simple, oculta una lectura y significación muy profundas.
¿Cómo se Juega?
En el suelo se dibuja una plataforma con ocho categorías o casilleros. El jugador debe tirar un tejo que debe caer en la primera división trazada en el suelo. Luego, debe saltar en un pie hacia ese primer casillero y, siempre en un solo pie, recoger el tejo y saltar de regreso hacia la partida. Superado el primer casillero, se vuelve a lanzar el tejo hacia la siguiente división y nuevamente se va por él, saltando en un pie y regresando al punto de partida. Así sucesivamente, hasta llegar al último casillero. Se debe tener cuidado de que el tejo no caiga en las líneas que marcan la separación de las categorías y también está prohibido pisarlas porque esto significa retroceder un nivel en el juego.
CARRERAS ENTRETENIDAS
Carrera de sacos: los concursantes meten sus piernas dentro del saco y comienzan a correr hasta llegar a la meta.
Carreras de tres pies: es una carrera en pareja. Se llama de tres pies, porque el tobillo izquierdo de uno de los corredores se amarra al derecho del otro. Para avanzar deben mover simultáneamente las extremidades amarradas. Gana la primera pareja que cruce la meta.
Carrera de la cuchara: los jugadores agarran el mango de la cuchara con su boca y sobre ésta ponen una papa. La idea es correr hasta la meta sin que la papa se caiga. Gana el primero que llega a la final con el tubérculo sobre la cuchara.
EL PALO ENSEBADO:
Este juego consiste en un palo o vara de 20 centímetros de diámetro y de 5 a 6 metros de alto que se encuentra enterrado en tierra. El palo untado en grasa deberá ser trepado para alzanzar el premio que está en la cima.
¿Cómo se Juega?
El objetivo es subir, resbalando una y otra vez hasta que uno de los competidores logra atrapar el premio que puede consistir en dinero o alimentos
ENCUMBRAR VOLANTIN:
El origen del volantín es muy antiguo. Se atribuye a un general chino de nombre Han Sin, en el año 200 antes de Cristo, y su difusión fue tan popular en Oriente que el calendario chino le dedicó el noveno mes del año. En Europa, empezó a hacerse conocido en el siglo XVII y su aparición en Chile data de mediados del siglo XVIII. Su llegada conquistó a tantos seguidores, que se convirtió en el protagonista de muchas fiestas, juegos, competencias, reuniones y jaranas criollas.
Pero su presencia también causó disturbios y peleas. De hecho, en 1795 se dictó una orden que condenaba a seis días de prisión a todo “malvado” que causara daños como consecuencia de la encumbrada de un volantín. Esta medida se tuvo que adoptar porque fueron demasiados los peatones que sufrieron el golpe de una teja por culpa de las piruetas de un volantín. Pese a esto, su presencia se hizo indispensable en la celebración de las Fiestas Patrias, donde destacaban las famosas competencias de corridas de volantines. Estas últimas consisten en la lucha de dos o más figuras de papel en el cielo, que buscan eliminarse unas a otras por medio del roce violento del hilo curado. Esta “arma” es consecuencia de la mezcla de vidrio molido con pegatina en el hilo que encumbra al volantín y que es capaz de cortar los hilos enemigos.
Con los años, se prohibió el uso del hilo curado y los volantines se dedicaron a cubrir los cielos con fines lúdicos y no competitivos estando en manos principalmente de los niños.
Sin embargo, y pese a todas las campañas de prevención y advertencia en contra del hilo curado, persisten hoy en día algunos fanáticos que lo siguen usando causando daños a los menores. Son numerosos los niños que han sufrido cortes y heridas producto de ese peligroso material.
Actualmente, el volantín ha experimentado las innovaciones de la modernidad, ya que sus variedades se presentan en papel, plástico y con sofisticados sistemas de manejo que posibilitan dirigirlo con dos manos.
Si vas a encumbrar volantines no dejes de tener en cuenta estas consideraciones:
Hazlo en lugares abiertos y lejos de cables de alta tensión.
No encumbres volantines en techos o zonas cercanas al tendido eléctrico.
No uses hilo curado ni de nylon que pueda causar cortes a la piel.
No subas a árboles o postes a rescatar volantines.
No corras tras volantines cortados, para evitar atropellos.
Usa carretes para no enredarte con el hilo suelto.
HACER BAILAR AL TROMPO:
Un cuerpo cónico de madera, una púa de metal en la punta y una cuerda que se enrolla en ella, componen al trompo, figura que ha sido protagonista de muchas horas de entretención y festividades en la vida criolla.
Girar, bailar y hacer piruetas en el suelo es la misión de esta figura que, una vez lanzada por su dueño, debe enfrentarse a las amenazas de otros trompos danzarines que intentarán derribarlo.
Pero hay muchas otras maneras de divertirse con el trompo, sin tener que competir con otros de su especie. Entre ellas, se encuentra la modalidad de hacerlo bailar y luego, con ayuda de la cuerda, subirlo en forma de “copita” hacia la mano para que termine su danza en la palma de al mano. De esta modalidad surgieron los siguientes términos: Trompo “sedita”: es el que se siente suavecito cuando baila en la mano. El otro es el trompo “cucarro” que por tener la púa torcida o desnivelada baila ásperamente sobre la mano.
Las cuerdas se conocen en Chile con diferentes nombres: guaraca, soga, soguilla, cochaillo, lienza.
EL EMBOQUE:
El emboque es un clásico juego infantil criollo. Muchas horas habrán pasado los niños y jóvenes chilenos tratando de meter un palito al orificio del cuerpo de madera con forma de campana que corresponde al emboque. Para este juego la paciencia y la perseverancia, además del buen pulso, son requisitos fundamentales.
¿Cómo se juega?
Con una mano se sostiene el palito del que por un cordón cuelga boca abajo el emboque. Luego se debe alzar el cuerpo de madera al aire y tratar de insertar el palito. Gana quien logra mayor cantidad de emboques seguidos. Existen diferentes maneras de embocar y se reconocen con los siguientes nombres: simple, doble, vertical, mariquita, puñalada, purtiña o dominio del revés. Es un pasatiempo típico en la vida de los campesinos y entretiene tanto a chicos como a grandes.
EL TEJO:
El tejo es un juego criollo que se realiza con fanatismo en las zonas rurales y se ha convertido en el protagonista de muchas festividades criollas. El juego consiste en lanzar los tejos, piezas circulares de plomo o bronce, de modo que caigan sobre una cuerda tensa o un lienzo que ha sido extendía sobre un cajón de arena, formando línea. Quienes sean capaces de lanzar los tejos de tal manera que caigan exactamente sobre el lienzo tomarán la delantera. Les seguirán aquellos jugadores cuyos tiros se ubiquen lo más cerca posible del lienzo.
La cancha debe prepararse especialmente. Un rectángulo de barro es la zona de juego. Este debe medir alrededor de 90 cms. de ancho por 50 cms. de largo. Los bordes se marcan con maderos y antes de cada juego se verifica que el terreno esté lo suficientemente plano y húmedo como para dar buena acogida a los tejos.
Previo al tiro, los jugadores toman una distancia de entre 18 y 25 pasos y luego lanzan los tejos tratando de que caigan en la mejor ubicación posible. Se participa en forma individual, de a parejas o se arman equipos.
CORRE EL ANILLO:
En nuestro país aún se juega, aunque ya no es tan popular como lo fue hasta hace algunos años.
Los niños que lo juegan se sientan en línea o semicírculo con sus manos juntas y semiabiertas. El que ha sido elegido previamente encierra entre sus manos un anillo o una moneda. Luego va pasando las manos, con el objeto dentro, por entre las manos de los jugadores que esperan ser depositarios. Mientras simula echar la prenda en las manos de cada uno de los jugadores, va recitando:
Corre el anillo por un portillo, pasó un chiquillo comiendo huesillos, a todos les dio menos a mí. Corre el anillo por un portillo. Cayó una teja mató a una vieja, cayó un martillo, mató a un chiquillo, cayó un ratón mató a un guatón, cayó una horquilla pinchó a una chiquilla, cayó una tagua, aplastó a una guagua cayó una rama de matico, aplastó a un milico.
LAS BOLITAS
Hace mucho que en Chile se juega a las bolitas apostándolas en cada pasada. Así, tener más bolitas es signo de experiencia y habilidad en el juego. Todas las épocas son buenas para un partido, pero dicen que en septiembre es lejos mejor.
El juego de las bolitas apareció en Chile en el siglo pasado, prácticamente igual a como se practica hoy a lo largo de todo Chile: hacer chocar entre sí dos o más bolitas, derivándose de ello amplias variaciones.
Las bolitas más populares son de cristal, acero, piedra o barro cocido y pintado, y cada una tiene su nombre: las de cristal más pequeñas se llaman “ojito de gato”. El “pepón” es la más grande de las bolitas comunes, luego viene el bolón y el “bolón campana” es el de mayor tamaño. pero hay más: jacuzzy, ketchup, leche, payasito y palta, son algunos nombres. También están el tiro, que es la bolita preferida; la chilindrina, como se le dice a las bolitas más pequeñas; el palomo, que es una bolita de mármol.
¿Cómo se juega?
Uno de los más popularizados es la “hachita y cuarta“. Consiste en que el que va a iniciar el juego, saca del hoyo su bolita y la lanza a “chitar” a la de su compañero. Si lo logra, marca con la mano una medida llamada “cuarta” (del pulgar al meñique con la mano extendida) y lanza su bolita al hoyo. Si acierta a introducirla gana.
También está el juego de la troya. Para jugar a la troya se dibuja un círculo sobre la tierra dentro del cual los participantes colocan cierta cantidad de bolitas por igual. A continuación todos lanzan sus bolitas por turno hacia el círculo, buscando sacar de allí el máximo de bolitas juntas con la bolita que lanzó. Si su bolita queda dentro del círculo, significa que “se ahogó” y debe abandonar el juego. Todos siguen jugando cada cual a su turno, hasta que no queden bolitas dentro del círculo.
La ratonera se juega con una caja de zapatos agujereada y gana el que logra poner más bolitas dentro de la caja.
EducarChile - Icarito