- 190 gramos de mantequilla pomada.
- 190 gramos de azúcar moreno.
- 5 huevos.
- 160 gramos de chocolate.
- 90 gramos de harina de repostería.
- 5 gramos de levadura.
- 7 gramos de sal.
Lo primero que hacemos es fundir el chocolate al baño María o en el microondas, si lo haces en este último ten cuidado porque se puede quemar fácilmente. Debes fundirlo poniéndolo en el microondas cuatro o cinco veces durante 20 o 30 segundos cada vez, en función de la cantidad y de la potencia del horno, removiendo muy bien después de cada vez. Es importante que el chocolate permanezca en el centro del bol y no quede pegado por las paredes del recipiente. Si veis que unos puntitos pequeños que se deshacen al tocarlos con los dedos eso significa que el chocolate se ha quemado.
Mezcla con unas varillas la mantequilla con el azúcar moreno hasta formar una crema. Luego añade las yemas y una vez batidas el chocolate fundido. Incorpora las claras de huevo batidas. Daros cuenta que la ligereza de los muffins dependerá del grado de esponjosidad de las claras, cuanto más batidas estén más aireados serán los muffins.
Tamiza la harina, la sal y la levadura química y sigue batiendo hasta conseguir una masa homogénea. Con ayuda de una cuchara llena los moldes de masa hasta la mitad de su capacidad. No los llenes demasiado, ya que si no se saldrían. Si no quieres cocinar toda la masa puedes congelar parte, pero cruda antes de hornearla.
Gasto: 3 euros.
Raciones: 15 muffins.
Dificultad: Fácil.