Preparada ya para hacer un rico frosting como otros que he hecho con anterioridad (el de vainilla, por ejemplo, es mi preferido), me dijeron que sólo querían poner crema de cacao en lo alto del muffin y una gominola de Halloween de las que había por casa. Está claro que, a veces, no tenemos que complicarnos nada para hacer felices a nuestros peques, ¿no os parece?
Los muffins de Schar son de tamaño grande y vienen embolsados de manera individual, cosa que es muy de agradecer para que se conserven frescos hasta el momento de comerlos. Está genial que las grandes empresas piensen en estos pequeños detalles, ¿verdad?
Y vosotros, ¿preparáis algo especial por Halloween?