Nuestros amigos, los defensores de los valores "occidentales, siempre ejemplo de ética y de equidad, les veo muy callados ante la última brutalidad que hemos conocido, aunque en pocos medios ha sido difundida. Claro que ésta ha sido realizada por esos amigos que tiene Estados Unidos, (la gran reserva espiritual del planeta) y por ende considerados "paises intocables". Sí, en este caso me refiero a Arabia Saudita, "amigo del alma estadounidense", nuestro imperio planetario. Y de otros tantos países, entre ellos el nuestro.
Este pasado lunes un verdugo ha ejecutado una sentencia contra una mujer acusada de practicar brujeria en Arabia Saudita, sentencia por la que ha sido decapitada. La víctima se llamaba Amina bent Abdle Ihalim Nassar.
En lo que va de año, en Arabia Saudita, insisto amigo, confidente y colaborador sin fisuras de las políticas de Estados Unidos y de la OTAN, ha ejecutado a 73 personas por motivos diversos que según el derecho penal de ese país contempla. Entre ellos, la brujería.
En fin, hoy tenía ganas de hablar de ello, aunque sea de forma escueta y es que a veces me sorprende la gran hipocresía y el silencio de muchas voces occidentales, "puras e impolutas". Me sorprende porque si este repugnante hecho hubiera sido realizado por algún otros país considerado "non grato" por esas voces imperiales y/o aliadas, ya estarían vociferando sobre la barbaridad de esta ejecución.
¡Porco mondo!