En las declaraciones a los medios, Williams ha revelado que los responsables del banco británico First Direct, entidad perteneciente al banco HSBC, no le perimitieron modificar el nombre de su cuenta personal aun después de someterse a la operación de reasignación de sexo, y de cambiar oficialmente su nombre.
"Como mujer es muy doloroso utilizar una tarjeta de banco con un nombre masculino. Sentía mucha vergüenza al utilizarla para comprar algo", manifestó la mujer por la negativa de su banco.
Desde First Direct han querido reparar los daños sufridos y le han ofrecido a Rebecca Williams una indemnización de 100 libras esterlinas. Además, los responsables de la entidad han declarado que se sienten descontentos con el dolor causado por culpa de un mal servicio, y aseguran que no se volverá a repetir.