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De todas las cartas que recibo en mi página de Facebook, un grupo son de mujeres que me escriben desesperadas para darles una solución a su problemática de no encontrar un hombre que las ame. Muchas de ellas se quejan de que Dios no les ha dado al hombre de su vida, que llevan mucho tiempo orando y ya están cansadas de esperar. Hay quienes ya dejaron de creer y se tiraron al olvido. Siempre se están quejando con Dios porque se les pasó el tren.¿A que se debe que estas mujeres reaccionen así? Lo que en realidad sucede es que ellas han interpretado su felicidad como el hecho de tener una pareja al lado. Se han creído el cuento de que si no tienen un principie azul jamás tendrán un final feliz. Y concentran todas sus energías en pedir y buscar a un hombre. ¿Es este tu caso? Pues déjame decirte que estas yendo por un mal camino.Ciertamente el propósito de Dios es proveernos de todo aquello que nos sea necesario en la vida, pero existe un límite con respecto a ello. Dentro de las cosas maravillosas que Dios nos ha dado es el tener a una pareja con quien ser feliz, pero esa pareja jamás debe robarnos la atención que debemos darle por completo a Dios. Lo dice Mateo 6:33, y nosotros no lo hemos comprendido.
Solo cuando descubras que la verdadera felicidad te lo dará Dios y no un hombre, ese día encontrarás el verdadero amor.— Max Damián (@SoyMaxDamian) agosto 7, 2015