“Quiero que las mujeres sueñen en grande y alcancen todo su potencial”, declaró Sheryl Sandberg, jefa de operaciones en Facebook, cuando publicó su libro Vayamos adelante: las mujeres, el trabajo, y la voluntad de liderar, una oda a las mujeres que se atreven a asumir riesgos y perseguir sus objetivos.
Aunque concuerdo por completo con ella, como mujer líder en una compañía tecnológica, sé que llevarlo a la práctica es complicado, pero no imposible. Hoy, quiero compartir mi experiencia sobre cómo ha sido asumir un puesto de liderazgo, no desde una perspectiva de género, sino desde la comunicación.
Darle una sola voz a una operación desarrollada en 35 mercados
En los últimos diez años, he tenido la oportunidad de sumergirme en el fascinante mundo de la tecnología de la información. He liderado el departamento de comunicaciones y mercadeo en la región de las Américas para Vertiv, una compañía dedicada a resolver los desafíos más importantes a los que se enfrentan los centros de datos, las redes de comunicaciones y las instalaciones industriales y comerciales de la actualidad. Puedo resumir mi experiencia en una sola palabra: ¡estremecedor!
Por sí sola, la comunicación es un mundo mágico, pero desafiante. Si agregamos a esta una industria donde la única constante es el cambio, una pandemia que agilizó la digitalización hasta otro nivel y un continente sumamente diverso en idiomas, culturas y tradiciones, terminamos llevando ese desafío a niveles que antes desconocía. Pero esto ha hecho que la experiencia sea más interesante.
La verdad es que la diversidad de nuestro continente supone todo un desafío a la hora de unificar el talento, la visión comercial y los esquemas de trabajo. Hablamos de decenas de equipos en un área geográfica compuesta por 35 países, donde Vertiv debe comunicarse como una sola fuerza y una sola voz.
Estoy convencida de que es en este entorno multicultural donde la comunicación resulta crucial para cualquier compañía, como el arma que defiende todas las áreas, desde las finanzas hasta el servicio técnico, desde la gestión hasta las ventas.
¿Se comprende ahora por qué digo que este desafío es, por encima de todo, estremecedor? Personalmente, todas estas particularidades me han obligado a reconstruirme a mí misma más de una vez y, sobre todo, me han enseñado a mantener la flexibilidad dentro de un esquema de trabajo estructurado.
Mantener siempre la vista en los resultados
Sin duda, la responsabilidad de mi puesto se ha vuelto más grande y más demandante en los últimos años. Por consiguiente, mi trabajo se ha enfocado en articular todos estos elementos, idear nuevos métodos para comunicarnos con nuestras audiencias (tanto internas como externas) y desarrollar estrategias que satisfagan las necesidades de nuestros mercados y alcancen los resultados.
Finalmente, mi trabajo tiene la misión de garantizar que todos estos esfuerzos de comunicación se reflejen en las ventas y la generación de clientes potenciales. Para lograrlo, hemos fomentado una visión motivada e impulsada por el contenido.
Lo cierto es que la comunicación ha experimentado un cambio hacia estrategias de mayor profesionalización de la audiencia y, para Vertiv, comprender esto ha sido esencial para alcanzar los objetivos de posicionamiento en todas sus actividades operativas.
En un mundo digital y globalizado como el actual, con acceso masivo a la información, las marcas necesitan encontrar maneras de diferenciarse y destacar; tengo la firme convicción de que el contenido es la clave para lograrlo.
No solo se trata de dar información sobre los productos y servicios, sino más bien de comprender las necesidades de los mercados, el proceso de compra del consumidor y los temas que captan su atención, y con base en esto, ofrecerles las herramientas apropiadas. Nuestra labor como comunicadores ha cambiado para siempre y adaptarnos es fundamental.
“Alcanzar todo el potencial”
Me hace pensar en las palabras de Sheryl Sandberg y mi propia historia. Hace 30 años, mi aventura como comunicadora inició precisamente con un gran sueño y la toma de riesgos. Sin embargo, es un sueño que no ha dejado de evolucionar y me hace trabajar cada día para alcanzar todo mi potencial en la industria tecnológica, tan fascinante como desafiante, donde las mujeres representan únicamente el 28 % de la fuerza laboral, según los datos de Zippia.
Por esta razón, ser una mujer líder en esta industria es complicado, pero no imposible, especialmente si nos apasiona y disfrutamos lo que hacemos para encarar cada día, incluso si esto exige tiempo y esfuerzo.
Hoy, quiero decirles a todas estas mujeres que se sientan orgullosas y empoderadas por todo lo que han logrado. No se detengan; queda mucho camino por recorrer. Habrá obstáculos, pero somos capaces de superarlos y tener el mundo en nuestras manos. Deseo que "alcancen todo su potencial”, una frase que se repite en mi mente, ¡porque el cielo es el límite!