Siempre que veo películas de otras épocas o converso con gente de mayor edad, agradezco haber nacido a fines de los 80. Creo que no hubiese soportado la falta de oportunidades y las limitaciones que se les imponían a las mujeres en ese entonces. Es cierto, no podemos negar los avances que han habido en las posibilidades de desarrollo profesional en las mujeres, en una cierta flexibilización de los roles y las expectativas asociadas al género femenino. Sin embargo, yo me pregunto ¿será posible avanzar en otros ámbitos en este sentido?
Algunas pensarán que me refiero a igualar los sueldos (que lo encuentro muy necesario) o bien dejar de delegar los deberes domésticos y cuidados de hijos exclusivamente a las mujeres y así hacer más equitativa la cosa (demasiado de acuerdo). Pero no, hoy quiero hablar de mujeres que toman la iniciativa en situaciones sentimentales.
Para comenzar a hablar de ello, necesito contarles la anécdota de una amiga, quien luego de ser sorpresivamente besada en su fiesta de cumpleaños por un tipejo, recibe el título de mujer moderna, debido a un cambio en la versión de la historia realizado nada menos que por este sujeto. Ahora era ella quien supuestamente se habría lanzado a robar besos, coronándose como una mujer "poco tradicional", lo cual poseía carácter más bien peyorativo.
Esta historia me hizo reflexionar una vez más sobre una temática que ha atravesado mi historial amoroso: dar el primer paso. Las malas lenguas dicen que me inicié en ese aspecto a la temprana edad de 3 años. Tenía un vecinito de mi misma edad al que gustaba de robarle besos (sí, ese hecho del que se le acusa a mi amiga y que en realidad no ocurrió), disponiendo de fotografías que atestiguan tal hazaña.Revisando youtube, encontré un video muy divertido sobre el tema (amo la reacción del niño):