En 1847, Jean-Baptiste Clésinger presenta su voluptuosa escultura, "Mujer mordida por una serpiente", desatando las iras de la sociedad
Pasado el primer shock social , el éxito fue abrumador.El realismo de la escultura y los exquisitos rasgos de Apollonie lograron que Charles Baudelaire se enamorara locamente de ella convirtiéndose en su amante y musa.
"A mi lado sin tregua el Demonio se agitaEn torno a mí flota como un aire impalpableLo trago y noto cómo abrasa mis pulmonesDe un deseo llenándolos culpable e infinitoMis labios acostumbra a filtros depravadosJadeante y deshecho por la fatiga..."
Charles Baudelaire
Gracias a la guía de Juan Bautista Escribano