La agitación del amamantamiento. Hoy traigo un post especial, con la ayuda de una maravillosa escritora, Nu Brull, que me ha dado el título y una colaboración preciosa con la historia de su agitación, también cuento con las palabras de Magda, una doula maravillosa y mejor mujer y amiga, y con la inestimable ayuda de Alba Padró, una de las mayores expertas en lactancia de nuestro país. Simplemente un lujo para mi. Agitación
Estoy embarazada, ¡y tú todavía eres un bebé! No lo esperaba. Y esperaba menos todavía esto: Agitación, lo llaman. Tú y yo no teníamos prisa, ni agobio, ni reloj. Tú y yo éramos una. ¡Pero yo ahora soy dos! Y a pesar de la alegría, me siento cansada y triste. Y quiero integrarte sólo a la parte buena. A la vida, que ya viene. A mi vida, que eres tú. Y esa vida emanaba feliz de mis pechos. Noche y día disponible, caliente, humana. .Y yo no quiero acabar con esto. Yo no quiero, yo no quiero, yo no quiero. ¿Pero qué le pasa a mi cuerpo? Ahora cuando tu boca se acerca, mi cuerpo dice basta. Mi cabeza repite ‘¿pero qué me pasa? Eres mi niña, te quiero, te quiero, no puedo negártelo ¡no puedo!’ A mi cuerpo le da igual, ¡grita NO! Por cada poro, siento que me lleno de pinchos, me doy miedo por momentos, no lo soporto. ¿Contamos hasta diez? ¿Te vas con papá? ¿Me sueltas YA, por favor? Excusas para esquivarte. No quiero esconderme más, mi amor. Yo quería amamantarte hasta el final, y poner ese final en tus manos, lactaros juntas, crear un vínculo entre vosotras a través de mi piel. Jamás pensé que sería tan difícil, tan abismal el rechazo de mi cuerpo a lo que quiere mi corazón. Dicen que al parir se pasa. Dicen que a veces no. Yo no sé hasta dónde llegaré, mi vida. Cuando no mamas no hay nada más bonito. Cuando mamas, no hay nadie peor que yo. Me siento sola en un laberinto del que nunca nadie antes ha encontrado la salida. Agitación: qué jodida es la agitación. Nu. http://elblogdesnudo.wordpress.com/
Mi experiencia y madurez con respecto a la lactancia me ha hecho cambiar mucho de opinión con respecto a este tema. Supongo que yo también he visitado el lado oscuro y sido un poco extremista con la lactancia. Escribí mi primer post sobre agitación hace año y medio. http://princesasyprincesos.wordpress.com/2013/05/10/agitacion-del-amamantamiento/ Hacia un año que había descubierto lo que era en mi propia piel, pero no fue hasta tiempo después que descubrí que otras mujeres habían pasado por lo mismo, que supe como se llamaba. Hasta entonces había sido un sentimiento a esconder, que me hacia sentir la peor madre del mundo, aquella que a ratos odiaba alimentar a su hijo, aquella que sucumbía a meros pensamientos de malestar cuando se acercaba a mamar. Me sobrevino en plena embarazo de mi segundo hijo, cuando mi Princeso tenía entonces alrededor de 18 meses. Y fue ese desconocimiento el que me llevo a silenciar lo que sentía, el dolor, la impotencia, el horror del rechazo a lo que más quieres. Me convertí en una sombra de mi misma, incapaz de escucharse, de escuchar mi cuerpo, mi ser, que a gritos me pedía un destete o un aplazamiento al menos de las tetadas. Ni siquiera fui capaz de compartir con mi pareja como me sentía, era tan triste, tan desnaturalizado el rechazo que a veces me atacaba al acercarse mi pequeño, que simplemente lo escondí, lo hice invisible, sacrifique mi yo, mi cuerpo, mi alma enmudecida. Con mi tercer embarazo fue distinto, un durísimo comienzo de embarazo, con vómitos, molestias, y agitación, llegó, como la vez anterior, como una bomba que explota y destroza, llegó y me volví a sentir inhumana, despreciable, huía de mi pequeña, la esquivaba, me hacía la dormida, entonces sucedió, un destete rápido, apenas en un par de meses… He sido peor madre con Princesa que con Princeso? Por sacrificarme con uno o tomar una decisión emponderada con otra? Porque fue así, tomé la decisión, la que nos hacía felices a ambas, pues no creo que mis hijos fuesen más felices siendo amamantados por un madre que no sentía todo ese amor al abrazarlos. Creo honestamente que tome la mejor decisión con Princesa, que nuestro vínculo no se ha perdido, ha cambiado, ha mejorado, la falta de teta nos ha llenado de besos y abrazos, no se ha acabado el mundo, ha mejorado. Sencillamente.
Dejemos de posponernos como mujeres, escuchemos a nuestro cuerpo, a nuestra mente, hemos pasado de una cultura de biberón por orden facultativa a la cultura de la teta por orden divina, porque si no das teta no eres buena madre, porque si destetas no respetas su ritmo, abramos los ojos!! La lactancia ha de ser un placer, una decisión emponderada personal, una forma de entender nuestra maternidad sin despreciar las demás formas de criar y alimentar. La maternidad no es un concurso de quien dará mas tiempo de mamar, la lactancia ha de ser natural y disfrutada por ambas partes, no tendremos hijos más felices con madres sufridoras y sacrificadas, ni la lactancia ni la maternidad debieran suponer sacrificio alguno. Porque si existe sacrificio existen mujeres abnegadas, y esto no es compatible con la felicidad. Queremos mujeres y madres felices. Con lactancia materna o con biberón, pero felices. Porque una madre feliz supone un hijo feliz. Y cualquiera, asesora, medico, doula o profesional que te indique que no escuches a tu cuerpo, que no escuches tu voz interior y tu naturaleza no merece que le escuches.
La lactancia cuando es placentera y funciona es maravillosa, pero también tiene oscuridades, aunque últimamente me he cansado de ver como todo el mundo las encubre, los inicios en la lactancia a veces son difíciles, muchas se pierden entre grietas, posturas y dolor. No voy a hacer un post hablando de los beneficios de la lactancia, porque estoy cansada de leerlos, de hecho diría que me los meten por los ojos cada dia cientos de veces, soy una lactivista convencida, pero llega un punto en que me canso de extrema posición que parece tomar todo el mundo, eso incluye hablar de países donde la lactancia artificial crea obesidad en la población…(Supongo que comparándola con países donde la dieta no es que dé precisamente para obesidades), que las madres que deciden no dar el pecho roban y perjudican la salud de sus hijos… No niego afirmaciones muchas veces respaldadas por estudios, pero no somos demasiado duros o extremos? Hay mas estudios que hablan de que el tabaco mata y no veo el mismo ímpetu para convencer a la población de que no fumen. Cuando yo tuve mi primer hijo, la lactancia no estaba tan instaurada, o tal vez yo no me movía en los mismos círculos, pero empieza a parecerme una medida francamente desproporcionada imponer prácticamente la lactancia. Y si, es lo mas natural, es maravillosa cuando funciona, debiera funcionar en el 99% de los casos, es sanísimo… Pero de verdad hay que imponerla? Desde comentarios del estilo de que habría que recetar la leche artificial para que no estuviese al alcance de nadie hasta barbaridades varias. Conozco mujeres que esconden y mienten sobre sus finales de lactancia, debido a la presión a la que se ven sometidas. En un momento en el que además cualquiera es asesor de lactancia, pese a no tener experiencia, varias empresas dan títulos sin necesidad de un mínimo de experiencia o de asesorías con tutores, y me sorprende, porque en asociaciones totalmente instauradas como la asociación Alba se piden unos requisitos francamente exigentes, lo cual me parece fantástico, pues hablamos al fin y al cabo de profesionales, personas a las que vamos a confiar nuestra salud y la de nuestros bebes lactantes. Imprescindible pues esa formación, experiencia y práctica http://albalactanciamaterna.org/la-asociacion/quieres-ser-asesora-de-lactancia/ Conozco a las que son las mejores asesoras de lactancia de mi isla, mujeres con años de experiencia, no solo lactando sino tratando a otras mujeres, ayudando, esforzándose, las asesoras de Abam, y de entre ellas una a la que admiro especialmente Magda Rodríguez, asesora además de doula y mujer emprendedora al cargo de la empresa DoulasMam, además de servicios de acompañamiento son las promotoras de una maravillosa docencia, Formando Doulas
Magda:- Pienso que en este tema hay que mirar mas a fondo, leer entre líneas lo que dice la madre y lo que creo que siente(que no siempre coincide)(…) Es muy complicado pues aunque me gustaría que supiese las ventajas que la lactancia tiene a la larga no estoy en su pellejo, ni siento lo que ella siente(aunque a veces me lo parezca), ni vivo su situación… Casi cada mes ayudo a una madre a destetar cuando toma su decisión emponderada , y la sociedad y su entorno, con las informaciones técnicas, quieren(sin querer) convencerla de lo buena que es la lactancia, y lo que ocurre es que esa madre emponderada empieza a dudar y a sentirse culpable, lo cual hace el proceso poco natural, se vive con temor al que dirán, con angustia, con dolor…
No voy a entrar en si las asesoras cobran o no, como todo es un trabajo(vocacional, si) pero trabajo y me parece imprescindible que quien me trate pueda vivir, ser feliz y salir adelante honrada y holgadamente haciendo además lo que le gusta, igual que espero que el médico en cuyas manos me pondré para parir este bien pagado y haga su trabajo con gusto, espero lo mismo de mi asesora de lactancia. Igualmente espero que ese medico tenga una base solida, haya terminado sus estudios y haya terminado su formación tutorizado por un profesional. Es de esperar pues lo mismo de quienes cuidan nuestras lactancias? Es solo una moda? Una forma rápida y fácil de quienes creen que con poco esfuerzo se ganarán la vida? Comencé este post escandalizada con la corriente extremista que rodea la lactancia algunas veces, donde todo el mundo es experto. Mi indignación ha ido creciendo al buscar información, pero al terminar este post solo puedo decir: Gracias, Gracias a las mujeres expertas, informadas y maravillosas, con experiencia y recursos que nos ayudan y están al pie del cañón. Hoy Gracias a Magda, a Alba y a otras vuelvo a creer en la lactancia, pero eso si, creo fervientemente, que hay que cambiar el horizonte, no permitamos que algo natural y maravilloso se convierta en la pesadilla de ninguna mujer. La lactancia es algo a lo que optar desde la libertad, el empoderamiento y la felicidad.