El año pasado, el 70% de los estudiantes que acabaron la carrera de Medicina eran mujeres. En Enfermería, esta proporción asciende al 90%. Especialidades típicamente masculinas como Trauma o Urología ven incrementar sus filas con traumatólogas y urólogas. En el ámbito de la Atención Primaria, un 58% son mujeres. Y el porcentaje de directivos y cargos de gestión a cargo del sexo femenino ronda ya el 48%. En fin, que, poco a poco, la sanidad se va feminizando y no es raro encontrar que, en un quirófano, el 100% del personal es femenino. Como hace unos días...La paciente entra acostada en la camilla acompañada de la enfermera y la auxiliar de quirófano. Antes, en la sala de preanestesia, la adjunta y la residente de anestesia hemos estado charlando con ella. Dentro del quirófano, la esperan la residente y la adjunta de cirugía, que están preparando el papeleo para después. La paciente, algo nerviosa, mira las paredes, las lámparas, pasea la vista por las máquinas y, luego, una a una, repara en el personal de quirófano.- ¡Son todo mujeres! - exclama, sorprendida.Nosotras nos miramos. La verdad, creo que ninguna lo habíamos notado hasta ese momento. El tanto por ciento de hombres o mujeres no cambia el resultado de tu trabajo diario.- Bueno, sí - dice la cirujana - Por eso, la vamos a cuidar con mucho mimo.La paciente se duerme en los brazos del sevofluorane y todo va como la seda.- Doña Juana - la llamo, para despertarla - Doña Juana, ya está operada. Respire profundo. Nada más quitar el tubo, la paciente esboza una sonrisa y dice algo muy bajito.- ¿Cómo dice, Doña Juana? - pregunto.- Creo - contesta mi adjunta, riendo - que ha dicho: "Vivan las mujeres"