"Las playeras" (1889)
He decidido comenzar (con ustedes) o más bien retomar (conmigo misma) algo que considero relevante, muchas veces nos llenamos la boca hablando de igualdad o autodenominandonos feministas cuando no hacemos nada para merecer aquel título, que para mi es casi nobiliario, y mucho menos aportar en algo a dicha causa. Es por ello lo he meditado (meditar es bonito y ayuda a despejarse y a conectarse no sólo con el yo-mente sino que también con el yo-cuerpo, tema que después ahondaré) en qué es lo que debería hacer, teniendo en cuenta el tiempo (muy escaso) y otras variables, entre las que están el aprender y el entretenerse, quizás mi concepto de entretención esté un poco descontextualizado pero bueno no estoy aquí para satisfacer a todo el mundo. De ahí es que dije: Elisa debemos hablar de mujeres bacanes, de esas que en el colegio no te pasaron, de esas que estuvieron ahí, que invirtieron los esquemas, de aquellas hay que nutrirse y bueno aquí estoy escribiendo esto, intentando hacer una especie de conexión con lo que voy a escribir después, pero realmente no tengo idea como hacerlo, así que no se alarme señor/a lector/a que ahora es donde viene el cambio abrupto.
El día de hoy he decido hablar de una mujer de esas mujerazas que rompen con el esquema establecido, que se bancan un montón de situaciones adversas y por sobre todo que hacen de su vida algo que las llena (o al menos eso aparentan, tampoco hay que idealizar tanto, pero se lee bonito). Ella es quien va a marcar el inicio de este ciclo (que espero que no tenga fin, sería algo así como un espiral no puramente lineal, sí para llevarle la contra a los cristianos).
Ahora a lo que nos convoca, su importancia no es que ella sea mujer, sino lo que hizo y sus obras uuuff si uno se lee "El coronel no tiene quien le escriba" y luego ve una de sus obras ufff llanto seguro. Melancólica la mujer, realista de esas que te desgarran el alma. Recibió diferentes reconocimientos y premios, entre ellos se destaca la Tercera Medalla en la Exposición Universal de París en el año 1889, y el Premio Certamen Maturana en Chile en el año 1896, entre otros. Por si fuera poco Celia se encuentra entre el reducido número de mujeres de dicho periodo que llegó a realizar una exposición individual en el Petit-Palais (París). A continuación les dejo algunas imágenes de sus obras, algunas están en el Museo de Bellas Artes (Santiago) y en el Palacio Baburizza (Valpo), por si las quieren ver en persona.
Naturaleza Muerta
"La poda"
"Vieja" (1890)
Para terminar quisiera hacer un llamado a repensar la historia, a repensar nuestra propia historia y todas las historias que nos han contado y que nos van a contar, a mirarlas desde otras formas, intentando siempre ver más allá de lo que comúnmente podemos ver, una invitación a ver aquello que negamos y que ha estado invisibilizado, porque ver aquello que se nos oculta también es un acto reivindicativo, y desde ahí plantearnos las cosas libre de juicios, intentar comprender con empatía también es un acto de justicia, porque poder dejar a la luz cosas que se nos han ocultado es realmente esclarecedor. ❧