Su primer disco, Southside, fue un gran éxito de ventas, después llegaron otros diez. Con Texas Sharleen ha vendido en treinta años de carrera treinta y cinco millones de copias y ha colaborado con bandas como Ramstein, Jayhawks y Gun.
Como cantante en solitario tiene tres álbumes más, siempre con buenas canciones y manteniendo una actitud admirable como músico y como mujer, siguiendo su propio rumbo sin adaptarse a las modas, en una industria de la música en la que la música importa cada vez menos.
Esta chica de los suburbios de Glasgow a la que en el colegio apodaban “Spit the dog” tiene carácter y agallas suficientes como para triunfar en un mundo de hombres sin ceder a sus demandas.
A Spiteri nunca le ha hecho falta desnudarse ni salir al escenario en bragas (cuánto daño ha hecho Madona) y aun así se ha convertido en un icono sexual, diva indiscutible de mujeres homosexuales, aun siendo heterosexual, por su look andrógino, por su belleza y por sus letras combativas.
Después de varias décadas sobre las tablas, esta mujer sigue componiendo y cantando de maravilla sin doblegarse ante nada, con más de un par. Sharleen colabora además con asociaciones que luchan contra el cáncer infantil.