Queridas lectoras, ¿Alguna vez se han preguntado por qué una monja puede estar cubierta de la cabeza a los pies y ser respetada por su devoción a Dios, pero cuando una mujer musulmana se cubre, es vista como “oprimida”?
Yo pienso que nuestra cultura occidental tiene una falsa idea de los musulmanes y del Islam. Se tiende a pensar que nuestra sociedad es avanzada, libre, sin ningún tipo de opresión.
Esto contrasta fuertemente con Oriente, para la mayoría un mundo ignorante, primitivo y oprimido. La clave para entender el Islam, los musulmanes y su forma de vida es resistirse a los estereotipos y examinar la situación de acuerdo a las enseñanzas islámicas, no por las acciones de algunos musulmanes.
Antes de que continúen con el artículo, les pido que traten de hacerlo con una mentalidad abierta y si van a emitir una crítica, espero que por respeto se hayan informado previamente. ¿Por qué? Simple, la razón es que creo que no podemos conformarnos con lo que vemos en la televisión, lo que leemos en algún diario o “un amigo me contó que...”. Las invito a que sigan leyendo.
¿Qué es el hiyâb?Las mujeres musulmanas tienen que cubrir su cuerpo con ropa modesta que no revele su figura delante de hombres extraños, es más que una forma de vestir. Ellas viven de manera modesta, cubriendo su cuerpo de la mirada de los extraños.
¿Es el hijâb una forma de opresión?Esta prenda no restringe la libertad de la mujer musulmana para expresar su opinión, para poseer bienes, para tener educación y elegir una carrera profesional, como ser libre de casarse o no. El hijâb no simboliza la represión, la opresión o el silencio.
El hijâb no es:
- No es algo nuevo
- No es un símbolo de opresión
- No es necesario usarlo en privado donde sólo hay mujeres musulmanas, o cerca de los hombres de la familia
- No es un acto desafiante, de confrontación o de protesta hacia los no musulmanes
- No es una prisión portátil
Siguiendo con la idea anterior, me gustaría compartir con ustedes un extracto de la visión de la sociedad acerca del hijâb por Naheed Mustafa.
Mi cuerpo es asunto mío. A menudo me pregunto si la gente me ve como una radical, como una fundamentalista musulmana con un rifle de asalto AK-47, dentro de mi chaqueta de mezclilla. O tal vez me ven como la chica de un anuncio referente a la opresión femenina en el mundo.
Acaparo todo tipo de miradas extrañas, vistazos y exámenes encubiertos. Ya ves, yo uso hijâb, un pañuelo que cubre la cabeza, el cuello y la garganta. Hago esto porque soy una mujer musulmana que cree que el cuerpo es un asunto privado.
A las mujeres se les enseña desde la primera infancia que su valor es proporcional a su atractivo. Nos sentimos obligadas a seguir nociones abstractas de belleza y nos damos cuenta a medias de que tal búsqueda es inútil. Cuando las mujeres rechazan esta forma de opresión, enfrentan el ridículo y el desprecio. Ya sea que se trate de mujeres que se niegan a usar maquillaje, afeitarse las piernas, o a exponer sus cuerpos, la sociedad tiene problemas para lidiar con ellas.
Llevar el hijâb me ha librado de poner constantemente la atención en mi físico. Debido a que mi aspecto no es sometido al escrutinio público, mi belleza, o quizás la falta de ella, ha sido removida de la esfera de lo que legítimamente se puede discutir. Nadie sabe si mi cabello se ve como si acaba de salir de un salón, o si no me puede picar una pulgada, o incluso si tengo antiestéticas estrías. Porque nadie lo sabe y a nadie le importa.
El apogeo del movimiento feminista y el control sobre la vestimenta y situación de las musulmanas
Para nuestra sociedad el hijâb cubre la mente, la voluntad, el intelecto y no tiene cabida en tiempos modernos. Desde los albores de la civilización, los vestidos anchos y los pañuelos para cubrir la cabeza se han asociado con “piedad” o “conciencia de Dios”. Incluso la representación pictórica cristiana de los profetas, tiene semejanza con la que ha sido ordenada para los hombres y mujeres musulmanes. Recordemos que los Doce Apóstoles fueron retratados con túnicas largas y holgadas.
Para finalizar este artículo, me gustaría compartir con ustedes mi opinión personal sobre este tema.
Yo creía que las mujeres musulmanas eran obligadas a vestirse como monjas, cubriendo su cuerpo porque no les era permitido mostrar su figura. Cuando comencé a investigar con más calma el tema del Islam, me di cuenta del verdadero significado para estas mujeres.
¿Por qué pensamos que una musulmana cubierta es oprimida, es víctima de una sociedad o del machismo? Pienso que es por el mensaje que se entrega por los medios de comunicación, ¿o vamos a negar que por el hecho de nombrar el Islam, no lo asimilamos a terroristas y fanáticos?Ahora, una cosa muy distinta es la forma en la que distintos países han interpretado el Islam. Lo que yo expuse brevemente sin afán de tener la verdad absoluta, es información extraída directamente de textos islámicos diseñados para la información y difusión del Islam.
Yo no puedo ni pretendo hacerme cargo de cómo se ha utilizado el Islam para justificar la discriminación hacia la mujer y, finalmente, cada persona interpreta esto para su vida personal.
Sí puedo afirmarles que las musulmanas que he conocido están orgullosas de cubrir su cuerpo ante los desconocidos, para ellas es una forma de vida; sin duda en Occidente, donde ellas son minoría, conlleva muchos prejuicios. En Chile sólo un 0,3% de la población es musulmana.
Espero sus comentarios y sus preguntas.
Les invito a leer mi entrada anterior: Los Derechos de las Mujeres Musulmanas
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