Montevideo y Washington confirmaron el jueves que mantienen un diálogo para que el gobierno de Mujica reciba a presuntos terroristas recluidos en la cárcel ubicada en la base militar estadounidense en Guantánamo, Cuba. Las autoridades norteamericanas aseguraron que realizan contactos similares con otros países. “Uruguay ha sido un país de refugio. Para nosotros es una cuestión de principios”, afirmó Mujica. “Hemos tenido compañeros refugiados en todos lados. Esta es una cuestión de principio inalienable, no negociable”, insistió.
El mandatario desestimó las quejas de algunos dirigentes opositores. “Se podrá decir que habrá riesgo de esto y lo otro. Vivir siempre es enfrentar riesgos. Pero seguimos creyendo en las cuestiones de fondo, que son las más valiosas. Me siento más firme que nunca en este tipo de decisiones”, enfatizó. “Estamos lejos de que esto se concrete, pero en todo caso serán hombres libres en nuestra realidad”, acotó Mujica. También se refirió a las condiciones que se discuten para los refugiados de Guantánamo que podría albergar Uruguay: “Ese asunto de no salir del país por dos años no sería otra cosa que un gesto voluntario de ellos para lograr salir de esa vergüenza y nunca una imposición nuestra. Jamás aceptaríamos ser carceleros de nadie”.
Mujica explicó que el pedido de Estados Unidos para que Uruguay albergue presos de la cárcel instalada en una base naval en suelo cubano “llegó hace meses”. El mandatario resaltó que muchos de los presos alojados allí provienen de “cazas” de personas que se realizaron en busca de militantes de Al Qaida en los países árabes y que fueron conducidos frente a autoridades estadounidenses y “sin sentencia terminaron en Guantánamo”.
Pero los principales dirigentes de la oposición criticaron lo acordado entre Mujica y su par estadounidense, Barack Obama. El líder de la oposición y precandidato presidencial del Partido Nacional, Jorge Larrañaga, afirmó que “aceptar presos de Guantánamo es aceptar el régimen de Guantánamo, sin tratado internacional ni habilitación del Parlamento”. Es un “enorme error”, agregó el senador en su cuenta en la red social Twitter. El también senador Sergio Abreu dijo que interpelará al canciller Luis Almagro, porque “no hay ningún instrumento de derecho internacional que habilite la decisión tomada”. Según el senador y precandidato presidencial por el partido Blanco, “una vez más la administración de Mujica pone el interés político por sobre lo jurídico”. Pedro Bordaberry, aspirante a la presidencia uruguaya por el también opositor Partido Colorado, rechazó la decisión del gobierno. “Bastantes líos tenemos aquí para importar los líos de otros; las prioridades son otras, creo, no Guantánamo”, afirmó en Twitter.
Por su parte, el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, salió en defensa de Mujica. El funcionario aseguró que si Uruguay recibe como refugiados a presos de Guantánamo, esas personas estarán “totalmente en libertad” y podrán permanecer en el país cuanto tiempo deseen. De acuerdo con los medios locales, serían cinco las personas que podrían ser acogidas por Uruguay. “Uruguay ha verificado los antecedentes de estas personas y comprobamos que no existe riesgo o peligro alguno que habilite la implementación de cuidados especiales” si llegan en calidad de refugiados, según declaró Bonomi ayer al diario La República de Montevideo.
“A ellos se les da la libertad y Uruguay los recibirá en libertad, extendiéndoles un salvoconducto humanitario para que entren en el país y los organismos internacionales correspondientes se harán garantes de su estadía en Uruguay, donde estarán totalmente en libertad. El país no será carcelero de otro país”, enfatizó.
Mirtha Guianze, directora de la Institución Nacional de Derechos Humanos (Inddhh), también respaldó la postura del Ejecutivo y expresó que cualquier país del mundo debe apoyar el cierre de Guantánamo. “No está claro en qué condición podrán llegar (los presos de Guantánamo) a Uruguay. En calidad de refugiados, asilados o algo parecido”, destacó la experta. |Texto Página 12