Tras media hora más, seguía sin entender porque Mulholland Drive es de las películas que más me han recomendado de Lynch. Pasaban las imágenes en el televisor y de pronto me di cuenta de que sin gustarme para nada esa película, había algo en mi, que me obligaría a verla entera, quedandome cada vez más atrapado por esa trama sin atractivo que desde mi punto de vista tenia el film.
De golpe una sorpresa, las preciosas Naomi Watts y Laura Helena Harring inician una intensa escena erótica donde hacen el amor de forma tímida y apasionada, quizá lo mejor de la película pienso en ese instante, y en ese momento, el gran Lynch tiene algo preparado.
Y esos 20 minutos finales, son intensos, preciosos de ver, de escuchar, de contemplar, de vivir, son los minutos más bellos que Lynch te regala para agradecer que no hayas separado del televisor después de la primera media hora sin sentido. Y no solo se trata de esos últimos minutos, porque cuando aparecen los títulos de crédito ya no piensas que la primera hora y media de película sea mala, sino que debiste prestarle más atención para poder entender lo que a sucedido, y hora días después sigues intentando atar cabos, y de lo único que estas totalmente seguro en ese momento, es que Mulholland Drive es lo que se conoce popularmente como un "peliculón".