En un emotivo testimonio, durante el juicio, la pareja declaró que la disputa con la persona que tomó su orden en el incidente de 2007 se convirtió en una pesadilla, y que otros trabajadores de Burger King se unieron a la agresión, después de que la pareja saliera del restaurante.
Un jurado popular, dictaminó que “la violencia contra cualquier persona, incluyendo a las personas homosexuales, no puede ser tolerada”.
El abogado de la pareja, James F. Fine indicó en un comunicado a Jersey Journal que “El gerente y un grupo de empleados del restaurante persiguieron a la pareja y luego la agredieron despiadadamente pateándolos y golpeándolos para después escupir a los dos hombres mientras gritaban insultos contra los homosexuales llenos de odio”.
La pareja denunciaron que fueron víctimas de un delito de odio y actos violentos y presentó una demanda amparándose en la Ley deNueva Jersey contra la Discriminación.
El veredicto del jurado incluye $ 1.7 en daños punitivos. Los 3,15 millones dólares deben ser pagados por Servicio de Alimentos de Propiedades Corp. y Union City Restaurant Corp, Prpietaria de las licencias de Burger King
Angel Caraballo y Christopher Soto, dos de los empleados de Burger King, ya se declararon culpables de asalto agravado en relación con el ataque.