PIENSA, QUE PUEDES.
Pues muy bien. Acabo de leer, textual: "no tener buenas competencias digitales hoy es muy limitante, podríamos hablar de tanto como no saber leer hace 100 años". No seré yo quien le quite la razón a quien lo dijo. De hecho ahí estoy dándole al Microsoft Office 365 con todas sus aplicaciones, que me vuelven loco. La cosa va de "hacer multitareas" y así, que mientras contesto al chat, hablo por Teams y consulto lo que tengo subido a la nube. Es como ser una especie de chico para todo con cascos y cámara web.
Quien lo dice quizás sea una nativa digital que ha crecido con el teléfono móvil e internet. Pero el menda lo hizo con un pizarrín; esto es, una piedra, así como suena: una pizarra de piedra del tamaño de un folio con la que íbamos clase. Al maestro le comprábamos media tiza y cuando terminábamos de escribir lo borrábamos con un escupitajo y la manga del jersey.
Después vinieron los cuadernos de Rubio para hacer caligrafía, el lápiz y el plumín que untábamos en el tintero que nos rellenaba el maestro. Más adelante llegó el boli Bic -gran descubrimiento-, la pluma estilográfica y los primeros libros de texto a color que te abrían a un mundo nuevo. Por entonces, en los barrios no existían las academias de refuerzo o de idiomas. El conocimiento se conservaba en las bibliotecas y eras tú solo contra el mundo, vamos, que te lo tenías que currar.
Más tarde aprendí a escribir a máquina, en un colegio de monjas, con una Stanwood y el colmo de lo moderno fue la Lettera 32 portátil de Olivetti, que utilicé para entregar mis trabajos y hacer copias con papel de calco negro. Posteriormente adquirí un ordenador Commodore y con él descubrí los "comecocos".
Todo esto tenía una cosa buena: que antes de escribir tenías que pensar. Es lo que tiene el escribir a mano, que no puedes hacer varias tareas a la vez porque tienes que reflexionar sobre lo que vas poner, lo tienes que ordenar en la cabeza y te tienes que concentrar. Escribo todo esto porque no estaría mal que quienes alardean de las competencias digitales y de realizar multitareas volvieran a la edad de piedra (pizarrín) y agarraran la vida con lo puesto, a ver, qué tal.