Fue el premio al buen encuentro del conjunto que dirige el español Ramón Tribulietx, que tuvo ocasiones como para no haber llegado ni siquiera a la prórroga o incluso en esta para no tener que recurrir a los penales.
El conjunto neozelandés, fue fiel a su filosofía. Abelaziz Amri, entrenador del Moghreb, había avisado de que el Auckland jugaba como un equipo latino. Tribulietx ha llevado el fútbol de toque a Nueva Zelanda y así lo demostró en Rabat.