El Santos y el Kashiwa Reysol se enfrentan el miércoles en la primera semifinal del Mundial de Clubes con todas las miradas puestas en la mediática estrella del equipo paulista, Neymar, que afronta su primera cita oficial de alcance global.
Los aficionados y clubes europeos interesados en hacerse en un futuro con los servicios del delantero tomarán esta puesta de largo como una prueba para certificar su talento, que ya ha maravillado en la liga brasileña y en la Copa Libertadores. Pese a que su actuación en la última Copa América demostró que puede ser decisivo en torneos internacionales, algunos creen que aún es pronto para que juegue en Europa, donde su estrella podría desinflarse, como ha sucedido con otros jugadores brasileños que han emigrado pronto.
Sin embargo, esta ocasión puede despejar las dudas ante la posibilidad de que Neymar y su Santos, favoritos para llegar a la final, se midan en el partido decisivo con el todopoderoso Barça de Guardiola y Messi, y lleguen a arrebatarle el cetro de "mejor equipo del mundo".
El astro renovó recientemente con su equipo hasta 2014 y dio a entender que se quedará en Brasil hasta después del próximo Mundial, lo que no evita que los grandes clubes europeos tienten al carismático y vertiginoso jugador para que cruce el charco si finalmente logra estar a la altura de las expectativas.
Neymar tendrá como compañero en ataque al goleador Borges, que a sus 31 años vive probablemente la mejor temporada de su carrera, y detrás a un escudero de lujo, Ganso, otra perla que ha llamado la atención del Viejo Continente y que puede aprovechar esta ocasión para exhibir su prodigiosa inventiva en la medular.
Por detrás estará Elano, que pese a no estar plenamente recuperado de su última lesión seguramente salga de inicio para aportar al equipo su veteranía en competiciones de altos vuelos. En la zaga, el Santos recurrirá a la solvencia de hombres como el lateral Danilo, el capitán Edu Dracena, o el joven portero Rafael Cabral.
Delante de los blanquinegros estará el equipo revelación del torneo, un humilde grupo recién ascendido que a base de disciplina y tesón se ha hecho con la liga japonesa de este año y ha eliminado del Mundialito al Auckland City y al mexicano Monterrey, al que se daba como favorito en la eliminatoria anterior.
Sus armas serán previsiblemente las mismas que ha exhibido en estos dos partidos; orden táctico, la pujanza de los medios brasileños Leandro Domingues y Jorge Wagner, y la persistencia de sus puntas, los nipones Kudo y Tanaka. De poco más dependerá el modesto Kashiwa que, liderado por la veteranía de su entrenador, el también brasileño Nelsinho Baptista, apelará a la épica y al apoyo de la grada para afrontar el partido más importante de su historia como club.