Los imparables All Blacks, dobles campeones del mundo, reservaron este sábado su billete para las semifinales del Mundial de rugby de Inglaterra después de derrotar con contundencia a Francia por 62-13.
Nueva Zelanda, que reeditaba ante los 'bleus' la final del último Mundial, suma y sigue camino a su tercer título, y tras una fase de grupos impecable, con cuatro triunfos en otros tantos partidos -Argentina, Namibia, Georgia y Tonga-, hoy volvió a no dar ninguna opción a su rival.
Gracias a los nueve ensayos anotados este sábado en el estadio del Milenio de Cardiff -cuatro en la primera mitad y cinco en la segunda-, los 'kiwis' se clasificaron para su séptima semifinal de Copa del Mundo, donde ya le espera Sudáfrica.
Los oceánicos tenían enfrente un XV del Gallo que fue capaz de plantar cara a los 'kiwis' durante 20 minutos y que concluye la etapa de Philippe Saint-André como seleccionador (deja su puesto a Guy Noves tras el campeonato) con más penas que alegrías.
Nueva Zelanda salió al ataque, como suele hacerlo, presionando arriba y moviendo la pelota de lado a lado, ante una Francia que no podía si no defenderse. Los del Gallo, además, tenían el hándicap de que no ganan a los oceánicos desde hace siete años.
Inauguraron el marcador los de negro gracias a un golpe de castigo del siempre fiable Dan Carter, pero respondieron los europeos de igual manera merced a Scott Speeding. (3-3, m.9)
Ahí terminó el partido para los franceses, que en poco más de 20 minutos vieron como sus rivales apoyaban el oval en dos ocasiones, primero Brodie Retallick tras taparle un kick a Frederic Michalak (que se lesionó en la acción) y más tarde Nehe Milner-Skudder. (15-6, m.22)
El tercer ensayo de los de Steve Hansen llegó a la media hora de juego, gracias a una gran jugada de Carter -pase por la espalda incluido- que culminó bajo las haches Julian Savea.
El XV del Gallo respondió con un ensayo de su número ocho, Louis Picamoles, pero nuevamente Savea fue el encargado de ampliar la distancia de los All Blacks con un ensayo que dejaba el marcador en 29-13 al descanso.
La segunda mitad fue un paseo para los oceánicos, que pese a todos los cambios que realizó Hansen, mantuvieron la competitividad y anotaron cinco ensayos en apenas 40 minutos para humillar todavía más a su rival.
Los franceses, sin respuesta, veían como los de negro apoyaban una y otra vez el oval bajo los palos: Jerome Kaino, Julian Savea, Kieran Read y Tawera Kerr-Barlow, este en dos ocasiones, mientras Carter no fallaba en las conversiones.
Nueva Zelanda, que hoy se convirtió en el primer equipo en pasar la barrera de los 50 puntos en un encuentro de cuartos de final de un Mundial, ha vuelto a demostrar que a día de hoy no tiene rival y que no pretende aflojar hasta alzarse con su tercera Copa Webb Ellis. Publicado por Mascherato viola en 0:31