Disfruto y mucho con los Mundiales de Atletismo, imagino que es algo que a todos los que corremos nos encanta ver, sobre todo porque a veces da la sensación de que no existe más deporte que el fútbol y porque la esencia es precisamente eso, deporte en estado puro.
El primer día ya pudimos ver la exhibición de Mo Farah, al que todos buscaban derrotar en el 10000, con una victoria limpia y trabajada ante su público en Londres, me encantó sinceramente, lo mismo que en las pruebas femeninas.
El atletismo es un deporte equitativo donde mujeres y hombres participan por igual y eso me enorgullece, pero eso también daría para otro post.
Este año la noticia bomba es la del adiós de uno de los atletas más grandes de la historia, Usain Bolt decide retirarse con 30 años, en mi opinión igual le quedaba un poco más de pólvora, pero imagino que competir a estos niveles tiene que ser durísimo.
De hecho ayer ya pudimos comprobar como a Bolt se le escapaba el oro en el 100m, derrotado por Gatlin que salió de la nada en un final portentoso.
Justin Gatlin , que por cierto pasó unos cuantos años, cuatro nada más y nada menos, inhabilitado por dopaje, volvió a estar de nuevo en la parrilla (a mí no me hace ni pizca de gracia, porque considero que no debe haber posibilidad alguna para los tramposos de que vuelvan a competir… jamás), pero eso también choca con lo que las personas merecen una segunda oportunidad, así que dejemos el tema.
Esperemos que esta vez Gatlin haya ganado sin trampas, y por cierto en todo esto Coleman apunta maneras, ya sabemos cual será el duelo del futuro en la velocidad, aunque a Gatlin no se cuanto le quedará con 35 años cumplidos…
En fin, que mi visión del atletismo, es como en la mayoría de temas de la vida, muy particular, hoy veré el maratón mientras envidiaré por un día ser atléticamente como uno de esos africanos que gana de manera contundente tras 42 km. casi como si nada…