Empezando por la famosísima comedia del momento y, parece, comedia del año, Ocho apellidos vascos (2014), de Emilio Martínez-Lázaro que reúne diversos actores de renombre y los sazona con chistes fáciles y tópicos. Tras las buenísimas críticas y las noticias que la situaban como la película más taquillera de la historia (en realidad, la segunda, justo por debajo de Lo imposible, de Bayona, según Fotogramas), decidí que tenía que verla, porque ya sabéis que me atrevo con el cine español, además de que quería ver la incursión de Dani Rovira en el cine. Y menuda decepción.No solo porque me ha parecido una cinta ciertamente desganada, con diálogos espaciados, personajes hieráticos y chistes fáciles (y todos aglutinados en el tráiler, como siempre), además de un lenguaje muy dado a exagerar acentos y virtudes. Supongo que la gracia de Ocho apellidos vascos es reírse de nuestros propios principios, o como leo en algunas críticas, ser valiente y enfrentarse a la política, y aunque no os negaré que me reí en un par de ocasiones, esperaba algo más de ingenio en un guión que, descartando el humor malo, no se sustenta por ningún lado: un romance repentino pero ínfimo, unos personajes protagonistas que no acaban de definirse y un desenlace para levantarse de la butaca pensando que has pagado para reírte de un tabú mal explotado. Me entristece pensar que Ocho apellidos vascos está ahora mismo en la cúspide del denominado cine español y la sociedad se siente orgullosa de ésta, cuando ni mucho menos es ingeniosa, divertida ni desmadrada. Hay cine español mucho mejor, de comedias justamente, pero nadie las recuerda.
Mirad el tráiler completo de Ocho apellidos vascos
Y ahora sí, una crítica más extensa para Rompenieves (2013, Snowpiercer - Le Transperceneige), otra cinta distópica dirigida por Bong Jonn-Ho y que adapta la novela gráfica francesa Le Trasperceniege, de Jean-Marc Rocetthe y Jacques Loeb. Al no haber leído la novela no puedo comentar más que mis impresiones como historia antes que adaptación, pero de entrada os confieso que me ha parecido sublime y épica. Esta aventura futurista donde Chris Evans dirige el que podría ser el motín de todos los tiempos está cargada de cinismo, acción y mucha reivindicación social. Castas bajas que exigen una vida digna y realizan una orquestada masacre mientras van subiendo de niveles, literalmente, por los vagones, y observan atónitos en lo que ha quedado reducida la Tierra. Además de tropezar con todo un elenco de actores más que galardonado y respetado, como Tilda Swinton o John Hurt, lo que más he disfrutado ha sido la ambientación distópica, donde cada vagón parecía contener su propio ecosistema, algunos con escuelas integradas o acuarios con los últimos peces del mundo. Por si fuera poco, una historia ambiciosa a caballo entre la aventura y el sarcasmo, pues nos topamos con un sinfín de personajes hiperbólicos y extravagantes que tienen tiempo de soltar alguna bravuconada mientras luchan, e incluso ciertos pasajes destilan humor negro e incredulidad a raudales, pero que no cesa en ningún momento en su empeño por hablarnos de la reivindicación y acabar con el sistema. Quizá entonces el final puede saber a poco, pues con semejante contenido esperamos más y más batalla, pero Rompenieves consigue cerrar de una manera acertada brillante, pero muy inquietante si pensamos en nuestro propio epílogo.
Mirad el tráiler completo de Rompenieves
¿Habéis visto alguna? ¿Qué os ha parecido?