Mundo cinéfilo (54): 'Bajo la misma estrella', 'Al filo del mañana', 'Transcendence', 'Malavita' y 'Devil's due'

Publicado el 13 julio 2014 por Cristina @miss_xerinola
¡Por fin, por fin hablamos de cine! He visto muchas películas en estos dos meses, pero tras mirar detenidamente la lista, finalmente he decidido hablaros de las siguientes... 

Tenía mis dudas sobre la adaptación de Bajo la misma estrella (The fault in our stars, 2014), pues el tráiler me parecía demasiado romántico y no se parecía en nada a mi visión de la novela, pero no. Ha sido una gran adaptación a manos de Josh Boone, más que fiel a la obra original, empezando, claro está, porque el propio autor ha participado activamente en el guión, y se nota.Así pues, os resumiría con que me ha encantado ver que era tal cual recordaba de la novela: diálogos y escenas calcados, personajes bien llevados, el humor característico de Grace, el encanto de Gus, el reír sin parar al principio y el llorar sin más con el final, y el inconfundible sentimiento que nos envía John Green con cada minuto. La fotografía y la manera de llevar la trama me han parecido perfectas, un metraje más que fresco y conversando la calidez y la inteligencia de la historia original, e incluso he aceptado a la gran mayoría de actores, que si bien Ansel Elgort no es físicamente el Augustus que esperaba, me encandiló desde el primer minuto. Aunque sí, noté ciertos aspectos cambiados, típicos por limites de guión y tiempo, pero igualmente quedé satisfecha con estas modificaciones.Bajo la misma estrella, para mí, no es una historia concretamente sobre el cáncer, no es un romance entre dos jóvenes que ven pasar sus días contados, sino más bien de la certeza de que la vida pasa y hay que disfrutarla, de convertir esos mañana en infinitos, pase lo que pase, obviando que la muerte siempre estará ahí. Todo esto me lo hizo sentir el libro y la película ha hecho lo mismo.
Mirad el tráiler completo de Bajo la misma estrella

Otro gran acierto en cartelera ha sido Al filo del mañana (Edge of tomorrow, 2014), con la que en un principio me reía porque el protagonista era Tom Cruise, y ya sabemos qué pasa con este tipo de actores tan conocidos y pluriempleados, que llega un momento en que no ves al personaje sino al actor repitiendo un papel que ya conocía. Y personalmente, no le veía dispuesto a salvar la Tierra en ese mastodóntico traje. Esta adaptación de la novela ligera de Hiroshi Sakuraza, All you need is kill, ha despertado mi interés, primero jugando con la ciencia ficción, después emulando la clásico Atrapado en el tiempo de Bill Murray, después con ese toque distópico de aliens invasores que tanto me gusta. Visualmente es impactante, el ciclo del día no se hace pesado, Cruise hace un papel correcto y Emily Blunt está estupenda en su actuación de la "perra de combate", si bien entre ellos no ha surgido ni una chispa de química, y se nota en las escenas finales en que se supone que debemos enternecernospor estar atrapados en el tiempo y la guerra. Ahora solo me queda leer el manga y la novela, ambas publicadas ya en España de la mano de Norma Editorial, para constatar hasta qué punto han americanizado la historia original y qué información privilegiada se ha quedado en el tintero de la adaptación. 
En cuanto a El heredero del diablo (Devil's due, 2014), ha sido un poco más entretenida que la media de bazofias cinematográficas que abusan del found footage desde la aparición de la hedionda saga de Paranormal Activity, pero tampoco ha sido para tirar cohetes.Cambiamos maldiciones familiares por un bebé maldito que hace que su madre encuentre el gusto en lo macabro, la carne cruda y destripar animales indefensos. Pero aunque pueda sonar espléndido, todo se queda en nada, empezando porque apenas abunda la información y el espectador debe imaginarse lo que el director cree que sabemos de antemano. Como siempre, en El heredero del diablo abundan escenas interminables cotidianas para que conozcamos a los personajes, un montón de planos movidos y de calidad discutible por grabar con cámaras caseras, y luego ya todo lo demás: protagonistas que no revisan sus cintas cuando los secuestran en su luna de miel para realizarles ritos satánicos, instalación de cámaras ocultas por parte de dicha secta sin que nadie sospeche, la indudable certeza de que el marido no hace nada por la mujer poseída y todo ese aluvión de escenas incongruentes y estúpidas que encontramos desde que grabar a fantasmas se puso de moda.Típica, a veces aburrida, con algún punto interesante, pero más que olvidable. Si Paranormal Activity os encanta, ésta hará vuestras delicias, pero sino, pues... ya sabéis.
Sigamos con Malavita (2013), de Luc Besson, película que me llamó la atención tras verla comentada en redes sociales y me lancé de cabeza a su visionado, y al menos pasé 111 minutos de pasatiempo y diversión.
Sería difícil para mí concretar la trama de esta historia encabezada por Robert De Niro y Michelle Pfeiffer, pero desde luego definiría esta adaptación de la novela de Benacquista como rocambolesca y enérgica, con una familia mafiosa intentando ocultarse pero sin renegar ni un ápice de sus orígenes, aunque estos sean intentar matar al fontanero o hacerse con el reinado del instituto.
Con este planteamiento, todo son sorpresas, y mientras la ves no haces más que fruncir el ceño y reírte sin creer lo que te están contando, e incluso en los momentos cúspide de la trama, algún gag aparece para desubicarte. Así es Malavita, al menos en su versión al celuloide, pues desconozco la fidelidad con su obra original.
Eso sí, se hace ciertamente corta y, a mi parecer, habría que alargar algunas escenas para aportar más información de la familia y acortar otras, pero desde luego la recomendaría para aquellos que busquéis, ante todo, reíros de escenas absurdas y de humor violento, pues lo que más abunda. Malavita no te invita precisamente a pensar y a sentir pena de la familia, pues ellos mismos siguen jugando las cartas que mejor saben usar, pero lo mejor, sin duda, es lo absurdo y los tópicos que podemos encontrar en este tipo de géneros. No es una película de diez, pero cumple su función. 
Y os presento a una de las películas que veréis en mi balance de peores del año: Transcendence (2014), que aunque cuente entre sus filas con actores de renombre como Johnny Depp, Morgan Freeman o Cillian Murphy, es mala a rabiar. Inconexa e incluso ofensiva, empezando por un Depp que posee cero carisma ante la pantalla, nos plantea un futuro donde la inteligencia artificial será posible simplemente conectado un cerebro humano moribundo a un ordenador. Y de ahí, podremos construir laboratorios de última generación que curan el cáncer con un pinchazo, la posibilidad de crear ejércitos humanos perfectos e irrompibles aspirando un polvo que pondrán patas arriba toda la humanidad porque, claro, la mujer quería un mundo perfecto... ¿en serio, Hollywood?Tanscendence intenta hablarnos nuevamente sobre los clichés tecnológicos, la maldad subyacente de un ordenador con personalidad y el fin de la humanidad si nos dejamos dominar por la tecnología avanzada, pero lo hace de una manera tan aburrida e incongruente que no haces más que desear que todo termine. Si sois de disfrutar de historias con sentido y un gran sentimiento interior sobre qué podría pasar con la tecnología y el futuro, descartadla de inmediato: No está bien explicada, los actores son penosos y el final, con un toque de romance, hace que quieras coger esta cinta y llevarla a la papelera de reciclaje.
¿Habéis visto alguna? ¿Qué os ha parecido?