A principios de septiembre del año pasado,
asistía al preestreno de una de las adaptaciones literarias más esperadas por muchos, yo incluida. Ahora, habiendo pasado el tiempo demasiado deprisa, ya ha llegado a nuestras pantallas su segunda parte, y como ya hice en su pasado,
os traigo mis impresiones dedicándole una entrada.
Necesité un tiempo para digerir la adaptación de su primera parte,
El corredor del laberinto (
The Maze Runner, 2014), pues tenía muy presente la novela y, aunque me dejó ojiplática con su fotografía y acción, no podía negar que ciertos vaivenes de guión me chirriaron.
Tras salir del cine de ver El corredor del laberinto: Las Pruebas (Maze Runner: The Scorch Trials, 2015), me sentí más perdida que desorientada por una adaptación que ha brillado por la ausencia de seguir un guión conocido. Wes Ball, el director de la cinta, ya había avisado en varias entrevistas de los cambios en la trama y hasta de incluir escenas más propias de
La Cura Mortal, desenlace de la trilogía, pero ahora mismo sigo sin saber cómo posicionarme.
Primero hablaré de los aspectos positivos:
no podemos negarlo, es una película que desborda acción, tensión, frenesí. Visualmente vuelve a ser impactante pero mucho más aterradora, y hace que nos adentremos en la oscuridad real del Apocalipsis narrado por James Dashner. Ignorando que está basada en un libro, esta segunda parte imprime un ritmo mucho más frenético y ansioso que su antecesora, pues nos reencontramos con los supervivientes de la primera cinta, y para ellos ya no queda ningún rastro de desorientación o temor a lo desconocido. Tras superar el laberinto y saber de la existencia de CRUEL, están listos para superar la siguiente prueba, aunque ello les lleve a salir de unas instalaciones herméticas, cruzar todo el desierto o sobrevivir a hordas de gente infectada. Os mentiría si dijera que no he disfrutado con toda la acción que encontramos en
El corredor del laberinto: Las Pruebas, y
he agradecido que desde el primer momento, Ball nos haya desbordado con escenas rápidas, movimientos de cámara incesantes y persecuciones reiteradas, pues esto ha hecho que podamos disfrutar mucho más de un libro de transición. Especialmente, he disfrutado de la primera parte de la cinta, con los clarianos descubriendo el complejo de CRUEL o de su travesía apocalíptica a través del desierto, pues entre los paisajes devastadores y los raros, en más de una ocasión me entraron ganas de saltar del asiento y ponerme a aplaudir. En este punto, hay que alabar una vez más la fotografía de
El corredor del laberinto: Las Pruebas, pues es todo un arte el hacer que el desierto nos parezca terrorífico, o un edificio en ruinas, el inicio de nuestras peores pesadillas. El laberinto ya me pareció mastodóntico y me oprimía el pecho por dentro con cada uno de sus planos, haciéndome pensar constantemente que podía sentir la inquietud de los clarianos. Esta vez,
los escenarios me han dejado con la boca abierta y he llegado a suspirar con la devastación de estos: El desierto, la ciudad en ruinas, los túneles subterráneos, las pertenencias destrozadas de los que ya no están... e incluso quiero destacar el aspecto de los raros, que si bien desentonan con lo que llevas en mente una vez lees el libro, no se puede negar que sobrecogen al espectador. Todo increíble, todo terrorífico. Por último, he de agradecer que hayan
cambiado los caracteres o acciones de algunos de los personajes, pues ello ha hecho que se respire aún más dinamismo en la historia. Si tenéis en mente la novela, sabréis que algunos personajes pecaban de lentitud y duda, pero en este caso, todos se han arrancado la máscara para ser auténticos luchadores. Obviamente, esto no sería posible, una vez más, sin el talento de los actores, que ya nos demostraron ser auténticos corredores.
Y ahora sí, vamos al punto de controversia: las modificaciones.
Sí, sabía de antemano que Ball había hecho cambios, muchos cambios. Sí, me habían avisado de que fuera con la mente bien abierta para paliar el ansia asesina ante una frase cambiada o un rumbo diferente. Sí a todo, pero igualmente ha sido duro ver la manera en que una historia conocida y llevada en la mente ha ido cambiando gradualmente hasta no saber bien dónde empezaba la narración original y dónde la sinopsis de otra película post-apocalíptica más. En El corredor del laberinto, pese a los cambios innecesarios de guión y hasta las vueltas de tuerca, la historia empezaba y terminaba en un punto concreto y original;
no ha sido el caso de El corredor del laberinto: Las Pruebas. Para nada. La primera parte de la película, aunque ya cuenta con muchos añadidos, aún desprende cierta esencia de la novela: las conversaciones con CRUEL, los secretos, el Hombre Rata, la huida desesperada, los raros, la resistencia, la bomba. A partir de aquí, no. No puedo extenderme en este punto pues os estaría revelando trama original, pero os confieso que
mi mal humor ha ido avanzando al mismo tiempo que la historia. A día de hoy sigo sin entender muy bien todos estos añadidos pues lo que han hecho ha sido alejarse de la historia original y poner en un aprieto el mismo desenlace de
La Cura Mortal, al menos desde mi punto de vista. Sí, todos los cambios han imprimido más acción al metraje, hay más lucha, más supervivencia, más terror, mucha más oscuridad, pero tampoco ha sido lo que esperaba de una historia, recordemos, bien pautada por Dashner en la novela homónima. Han desaparecido escenas clave que nos ayudaban a prepararnos para el desenlace, se han añadido más batallas, mucha más ira y menos estrategia, hasta tal punto que las últimas escenas pecan de parecerse más a una batalla épica que a una prueba mortal. En adición, también
hay modificaciones que no han sido de mi agrado y le han restado originalidad a una saga que, si no has leído los libros, hará que le prestes menos atención. Hablo, entre otros aspectos, de los raros. No, no son zombis ni infectados. Y yo quería que Beatriz le quitara la nariz de raíz.
Una vez más, aquí os he dejado mis impresiones.
El corredor del laberintro: Las Pruebas me ha gustado mucho, sobre todo visualmente; he agradecido toda la acción añadida porque le ha dado un toque más trepidante, pero argumentalmente me ha sacado de quicio.
¿Recomendaría esta segunda parte? Sí, por supuesto, sobre todo si disfrutaste de la primera. Es aún más genuina y adictiva, repleta de acción y suspense, perfecta para hacerte vibrar en el asiento. ¿Recomendaría leer la novela antes de su visualización? No, pues si ya te molestaron los cambios en El corredor del laberinto, te costará relajarte y disfrutarla sin estar constantemente visualizando a Wes Ball fumándose el libro. Como me ha pasado a mí. Y, claro está,
¿recomendaría leer la trilogía? Si, mil veces sí. Mirad el tráiler completo de El corredor del laberinto: Las Pruebas
¿Habéis visto El corredor del laberinto: Las Pruebas? ¿Qué os ha parecido?