Mundo cruel para los Asperger

Por Rodolfo90
El mundo es cruel para quienes no lo comprenden y la gente con Asperger sufre cuando la dejan sola en el mundo. Para muchos Asperger las emociones son extrañas y difíciles de controlar: ideas como el amor, religión, moral y odio van más atadas al instinto que a la razón y con menor control sobre los instintos, un Asperger reaccionará de formas no necesariamente agresivas, pero si extremas ante eventos desconcertantes.
No hay solo tipo de autismo y los síntomas varían de un niño a otro, pero el gran problema es que en San Juan muchos no son diagnosticados por la falta de capacidad clínica para el diagnóstico temprano" dijo la especialista. 
En la Argentina se diagnostica el autismo grave, pero hay muchos niños que tiene algunos de los síntomas y pasan desapercibos explica Barbero. Son pocos flexibles, son selectivos les gusta por ejemplo solo dinosaurios, son restringido para el juego y comida y hay edades en las que parece normal y a veces se confunden con un capricho común" alerta la licenciada. Los maestros no derivan, los padres niegan y los médicos que no dicen nada es un gran problema.
Los chicos son atendidos por diferentes profesionales y para poder asistir hay que hacerlo a través de un turno.  Síntomas que alarman  Se trata de chicos que tienen intereses limitados, conductas atípicas como pueden ser movimientos raros con las manos, aletear los brazos o caminar en puntas de pie, desarrollar un juego rígido y restringido y, cuando son más grandes, pueden manifestar preocupaciones puntuales, agrega.  De acuerdo a la especialista, existen personas dentro de este colectivo de pacientes que pueden tener ausencia de desarrollo de lenguaje hasta quienes manejan un amplio y refinado vocabulario; personas con coeficiente intelectual bajo, promedio o superior - que se conoce como autismo de alto funcionamiento- y personas con diferente calidad de interacción social que puede ir desde el profundo aislamiento hasta una manera exagerada e inapropiada de buscar contacto social.
El colegio será la barrera emocional más fuerte que enfrentará su hijo pues los jóvenes de hoy rara vez respetan a quien es distinto y algunos buscan formas de obtener placer del dolor ajeno. Hable con su hijo de forma abierta acerca de cómo se siente con el mundo a su alrededor, escúchelo sin miedo y busque qué herramientas le pueden ayudar a afrontar los momentos difíciles de la educación. Si lo logra, le habrá dado las bases vitales para que tenga una vida independiente y plena.
Una sociedad que impone barreras y construye murallas para separar y encerrar al diferente expone una enorme crueldad y una falta de sensibilidad que avergüenza. Cuando se segrega a un niño remitiéndolo a una escuela "especial", se evidencia la incapacidad de una sociedad para aceptar e integrar desde las diferencias. Perseguir falsos paradigmas de perfección conduce inevitablemente a la deshumanización de las personas. 
La inclusión, y dentro de ella la educación inclusiva, aspira a darles a todas las personas los mismos derechos, igualando situaciones y, si de educación se trata, debemos pensar en incluir en el aula de educación común a aquellas personas que frecuentemente son víctimas de distintas formas de exclusión por su condición, con innumerables pretextos y no pocos prejuicios. Ocuparse de los "diferentes" no es encerrarlos en una escuela especial donde todos "ellos" estén juntos para preservar o no alterar a los "normales". Incluir significa agregar, sumar, englobar, contener, esto es, todo lo contrario a la institucionalización o el encierro en guetos donde se impone que todos los diferentes son iguales entre sí.
Los padres tenemos todos mucho que aprender. Este derecho humano, esta igualdad esencial, este respeto por lo distinto que nos muestra con meridiana claridad qué distintos somos cada uno de nosotros, es relativamente nuevo en nuestra sociedad. Haber empezado a hablar de "capacidades diferentes" en lugar de "discapacidades" abre un sinfín de nuevas posibilidades que el sistema educativo debe adoptar y potenciar. 
Todos necesitamos ser educados en el amor y la inclusión. Ellos, los niños con dificultades, nos muestran las nuestras y nos enseñan a ser mejores. Los padres, a su vez, debemos ampliar la mirada y sortear los obstáculos que la sociedad va dejando atrás a la hora de incluir e integrar al diferente, para alegrarnos de que nuestros hijos tengan la oportunidad de aprender aquello que los libros no pueden enseñar y que tanto bien hace al corazón.
Podría hablar mucho más acerca de puntos e ideas, pero estas seis son a mi juicio claves para ayudar a que un niño con Asperger pueda afrontar el mundo de una forma mas completa y feliz.