El sueño de Albert es viajar por todo el mundo a su manera: sin dinero, sin compañía y sin equipaje. Cargado sólo con su imaginación, su coraje y su silla de ruedas, con la que convive desde que era un niño. Món Petit (Mundo Pequeño) muestra su reto más ambicioso: llegar al punto del planeta más alejado de su casa. ¿Es posible cruzar el mundo en estas condiciones? Conoceremos quién es este niño, su historia de amor, su filosofía de vida y la educación recibida por su familia.
Esta aventura puede ser considerada una locura, una historia de amor - a muchas cosas -, una road movie o una epopeya. ¡O quizás un poco de todo!
Su director Marcel Barrena nos cuenta que... "Desde el primer momento sabía que teníamos una historia especial. Todos mis proyectos pasados y futuros pasaban por la ficción y nunca me había pasado por la cabeza hacer un documental, pero el mundo necesitaba conocer a este pequeño gran individuo, conocer su filosofía y entender que es posible ser optimista y aún más en un mundo cada vez más tendido al pesimismo. Albert es mucho más rico que cualquier personaje de ficción con el que me haya encontrado hasta el momento. Trabajar con un personaje así podía haberme cambiado la vida, y así ha sido.
El hilo conductor de Món Petit (Mundo Pequeño) tenía que ser lo que más identificase a Albert y eso era, por supuesto, el viaje. El destino ganador fue el faro de East Cape (Nueva Zelanda), el punto de tierra más lejano y, una vez allí, conocería a la persona que vivía más lejos de su casa. No solo era el objetivo más simbólico, sino que dramáticamente era mucho más climático, claro, emocionante y, lo más importante, a Albert le apetecía enfrentarse al reto.
Sin embargo, todos sabíamos que el viaje era el McGuffin, la excusa para sumergirnos en unas vidas maravillosas. La idea de llegar al punto más lejano era buena para marcar un objetivo, un camino del héroe claro y limpio, pero no era realmente el tema de la película.
Paralelamente a este camino de Albert y Anna a las antípodas, entrevistamos a los otros personajes de la película: la familia y los amigos. Su opinión era fundamental para entender a Albert y a Anna, no solo para saber qué pensaban de ellos, sino también para entender por qué hacían lo que hacían. Y, además, contábamos con un tesoro, un exquisito material doméstico rodado por Àlex Casals, el padre de Albert, durante 15 años.
Como director, pero sobretodo como espectador, resulta muy complicado no enamorarse de unos personajes que viajarán no solo a las profundidades del mundo sino también a la de nuestros estereotipos y esquemas, haciéndonos sentir cosas que muchos teníamos bastante escondidas. Enmarcados en la crisis económica, social y política más grave de nuestra era, conocer a una persona como Albert es ver que el color de las cosas es un estado mental. Albert nos demuestra como un chico que podía haberse empequeñecido frente a la vida hasta desaparecer, ha hecho todo lo contrario. Y, solo por esto, su historia tenía que ser contada.
"Món Petit (Mundo Pequeño) nos trae una historia que nos propone mirar al mundo con los ojos de un niño que estuvo a punto de morir y ahora celebra la vida a cada respiración, viviéndola como una aventura infinita sin obstáculos posibles. Una aventura al exterior viajando al interior de unos personajes únicos.
Fuentes:
http://www.image.net
http://www.filmaffinity.com/es/film481659.html