Entre las izquierdas del Reino Unido y EE.UU., pero casi más en España, donde no tiene intereses, los medios informativos filosocialistas atacan al propietario de diarios y televisiones Rupert Murdoch tras saberse que su tabloide dominical londinense News of the World vigilaba a personalidades y a ciudadanos comunes del país para desvelar sus intimidades.
El periódico, fundado hace 168 años, espiaba especialmente a los laboristas, como a los populares algún prestigioso medio español con apoyo gubernamental.
Cerrado voluntariamente por su propietario el pasado día 10, salía los domingos en lugar del diario The Sun, también de Murdoch, que sigue publicándose. Vendía 2,8 millones de ejemplares.
Murdoch (80) es un australiano católico, nacionalizado estadounidense. Creó un imperio con decenas de diarios, radios y televisiones, que amplió al comprar otros medios prestigiosos.
Así, se hizo con The Times en Londres y The Wall Street Journal en Nueva York, dos diarios de referencia, o con la 20Th Century Fox, en la que creó una estación de televisión proisraelí y látigo de Barack Obama.
Desde 2006 pertenece al consejo de administración central, News Corporation, José María Aznar, lo que señala una de las razones de la saña con la que la izquierda ataca a Murdoch, especialmente en el principal medio socialdemócrata español, El País.
Que oculta que hace igual contra la oposición que News of the World: publica filtraciones de sumarios secretos, y escuchas facilitadas por algún juez o por el ministro de Interior. Los populares españoles están así más desprotegidos que los laboristas británicos.
Allí se investiga en el Parlamento a los espías, se envía a periodistas de Murdoch a la cárcel y se destituye a jefes policiales.
Aquí se publican como servicios a la sociedad esas conversaciones captadas por la policía o causas sub judice presentándolas afrancesadamente como “journalisme de qualité”.
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La Metro compite con la Fox a su manera. Nuestra dama encaja en toda ocasión.