Murió Robin Williams. Nos quedan su voz… y Daniel Hillard

Publicado el 12 agosto 2014 por María Bertoni

Robin Williams 21 años atrás, en tiempos de Mrs. Doubtfire, Daniel Hillard, el loro Pudgy y el gato Grunge.

La noticia de la muerte de Robin Williams evoca el recuerdo del post ‘La (otra) voz‘ que Espectadores publicó en enero de 2008 a propósito de la experiencia (tardía) de haber visto la película animada Happy feet. En aquella oportunidad reconocimos que, aunque hubiera trabajado “en unos cuantos bodrios indefendibles“, aunque a veces se repitiera o lo encasillaran, el actor norteamericano siempre había hecho gala de su voz, talento indiscutible gracias al cual se había salvado de integrar la lista de estrellas indigestas o de droopies mediáticos.

En ese entonces habíamos ubicado la presentación en sociedad de este don unos treinta años atrás, en Mork y Mindy, serie de TV que, si bien no fue el primer trabajo de Williams, sí resultó el puntapié inicial de una carrera estrechamente vinculada con el arte de la parodia. Incluso en una película seria, dramática, antibélica como Buenos días, Vietnam, el guionista Mitch Markowitz supo ingeniársleas para generar un espacio donde el actor pudiera jugar con sus cuerdas vocales (qué mejor excusa, en este sentido, que Adrian Cronauer condujera un programa de radio).

Aún con sus limitaciones a cuestas, Papá por siempre constituyó otra oportunidad para el lucimiento. De hecho, en el film dirigido por Chris Columbus, Robin interpretó a un actor que doblaba dibujos animados y que, recién separado de su esposa, decidía trasvestirse como una vieja señora escocesa para poder ver a sus hijos a diario (sin dudas, una adaptación apta para todo público de Tootsie). La escena que lo muestra prestándoles su voz a un loro y a un gato es apenas un pantallazo de lo que Williams era capaz y, de lo que haría años después en la mencionada Happy feet.

A mediados del año pasado, cuando se cumplieron dos décadas del estreno de Mrs. Doubtfire, el sitio especializado Cartoon Brew contó la historia de aquel dibujito cuyos fragmentos sirvieron de excusa para, al principio del largometraje, presentar el oficio y la personalidad díscola del protagonista Daniel Hillard. El autor del artículo en cuestión, Michael Ruocco, recordó con un dejo de admiración que Williams hizo las voces de las dos criaturas animadas -Pudgy Parakeet y Grunge the Cat son sus nombres en inglés- y que la versión completa del trabajo de Chuck Jones se publicó bastante después, entre los chiches suplementarios de la edición de Papá por siempre en DVD.

La compartimos hoy para despedir a Williams que, por suerte, nos deja su voz inconfundibe… además del recuerdo de Daniel Hillard y su alter ego de edad avanzada, acento escocés, sexo femenino y apellido Doubtfire.