Revista Cultura y Ocio

Mus: la táctica del chino, el auténtico ajedrez de los naipes

Publicado el 27 diciembre 2013 por Albilores @Otracorriente

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El mus es un juego mucho más estratégico que el resto de los juegos de cartas y por supuesto mucho más que el póker, a pesar de tener mucha menos publicidad. Es el juego de cartas español más importante, además de ser un juego de equipo, ya que se juega en pareja.

Muchos son los que presumen de jugar bien pero realmente son pocos los que realmente saben.

Siempre se dice que en el mus lo importante es saber mentir. Pero esto es completamente falso ya que lo más importante es hablar lo menos posible, con las palabras justas (mus, no mus, envido, etc). Lo realmente importante es saber observar y escuchar al rival.

En el mus es obligado enseñar absolutamente siempre las cartas después de cada jugada independientemente de lo ocurrido. Esto da una gran ventaja, a diferencia del póker (donde no siempre es obligatorio), a la persona observadora y que escucha bien, puesto que asociará la jugada una vez descubierta por el rival, a sus comentarios y gestos. Cuando una persona observadora se da cuenta de que el rival hace un gesto o comentario similar, automáticamente se pondrá en guardia, y sospechará que el rival o el compañero pueden llevar una jugada parecida a la anteriormente descubierta. Esto resulta clave.

Un sistema muy efectivo en el mus es “el juego del chino”. Es una táctica que aburre al rival pero desbordará de satisfacción al practicante. Hay que ser metódico, matar el juego de un encontronazo no es lo importante, sino investigar al rival, conocerle e irle absorbiendo chinos poco a poco. El rival irá comprobando como cogiendo jugadas una y otra vez no será capaz de llegar a los 40 chinos, y por tanto se le hará eterna la partida.

En el juego del chino las apuestas más frecuentes que se suelen oír son, ”no mus, paso, envido y tres”. En este sistema casi no existe la palabra mus, apenas daremos uno o dos por partida a 4 juegos de 40 chinos (partida más normal en los campeonatos).

Lo importante no es sumar siempre más chinos que el rival, sino que se queden con la jugada en la mano, si la tienen. Ejemplo:

- Si el rival se da mus con dos reyes, 7, As, es decir dos reyes con 28 al punto, y entonces  nosotros lo quitamos de postre con dos sotas, As, 6. Y nos pasamos a todo.

El rival cuando se descubran las cartas se sacará una de grande, una de pares y una de punto en paso. Total 3 chinos.

Nosotros nos sacaremos tan solo 1 de chica en paso.

Aparentemente habremos perdido ya que el rival nos habrá ganado 3-1 la contabilidad de la jugada pero si nos damos cuenta esos chinos ya eran suyos y sin embargo le hemos dejado sin su deje de grande y sin su deje de punto. Es decir tenía que haber ganado 5-1 la mano.

Aunque no lo aparente, le hemos robado 2 chinos que al final del juego, si pierde por uno, echará de menos y lo atribuirá a la suerte. Pero nada más lejos.

Si este tipo de jugadas las repetimos varias veces a los largo de cada juego y partida, nos daremos cuenta de que hemos robado muchísimos chinos al rival sin haber expuesto nada. Y la paciencia es muy importante en el mus.

Otra razón es que apostar un envite o tres no solo nos facilitará comprobar la fortaleza de la mano del rival sin meternos en charcos, sino que permitirá echarnos atrás sin excesivo compromiso. La palabra órdago solo se utilizará normalmente en los juegos donde estemos prácticamente perdidos, no antes. Es decir, cuando la ventaja sea muy grande y el rival este prácticamente en los 30 chinos. Ejemplos:

- En el caso de nosotros tener 5 chinos y el rival 20, no echaremos órdago.

Que el rival se saque 2 ó 3 chinos no le provocara ganar la partida. No echaremos órdago, especialmente si sospechamos que nos lo podemos sacar en paso sin meternos con nadie y sin arriesgar nada. Aún queda mucho juego por jugar.

- En el caso de nosotros tener 15 y el rival 30 chinos. La diferencia parece la misma, pero el rival no debe sacarse esos chinos en paso. Aquí sí echaremos órdagos, especialmente en las jugadas de pares (si los hay) y del juego (si lo hay) o del punto en caso contrario. La grande y la chica podemos dejar que se las quede el rival, y tan solo se pondrá en 32 chinos. Le seguirá quedando un mundo.

Hay que tener en cuenta que si el rival coge jugadas extragrandes (duples, tres reyes, etc), nos ganará la partida hagamos lo que hagamos, sin remedio. Pero si la pareja rival coge jugadas buenas pero incomodas (dos reyes sota, 29 al punto de postre, 31 de postre, pareja de reyes a pares de mano, etc) entonces le pondremos en un compromiso enorme ya que se verá con una gran ventaja en el marcador 32 x 15 chinos, y no sabrá si querer o esperar a otra jugada posterior con jugadas buenas de este tipo. Es posible que prefiera esperar y nos acercaremos a ellos paulatinamente en el marcador sin arriesgar nada. Si deciden querer, puede ocurrir cualquier cosa, ya que nosotros también cogeremos de vez en cuando. Todo jugará a nuestro favor pese a ir perdiendo por paliza en el juego.

Si sumamos todos los conceptos, ganaremos un grandísimo número de partidas de mus donde hayamos cogido mucho menos que las parejas rivales.

¡¡¡Suerte!!!


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