SOBRE LAS MUJERES
Empeñarse demasiado en conservar de la mujeruna imagen de playa, trabajar demasiado para ella,es acabar -ambos- amargados y decrépitos.Pero no tiene por qué ser así. Las mujeres aprenden.
Aprenden de sus hijos.Aprenden de sus maridos -sobre todode sus maridos. Aprenden de sus amigos.Y de los libros. De los librosaprenden cosas de sus hijos, de sus maridos,de sus amigos. Y de sí mismas.
Aprenden que deberían estar dispuestasa sacrificar un poco de comodidadpara alcanzar un poco de belleza. Muchas lo saben por instinto.Otras lo han de aprender nuevamente, día tras día.Éstas son más conscientes(de sus bendiciones), si nomás atractivas.
No es de sorprenderque el zapato más cómodo del mundolo lleve la mujer más incómoda.Si no parece un zapato.
En cuanto a la mujer que recibe un golpecito en el traserocon el periódico que lleva enrolladoun hombre que se dirige a misa,en la escalinata de la parroquia de Santa Verónicaen la calle Christopher,no hay nada aún al respecto.
Musa McKim en Línea y Poesía.
Traducción de Jon Juaristi.