Museo del Juguete en Buenos Aires (San Isidro)

Por Magiaenelcamino @magiaenelcamino

¿Alguna vez visitaron un Museo del Juguete? Yo nunca lo había hecho y desde que me enteré de que había un Museo del Juguete en Buenos Aires (en San Isidro, muy cerca de la Ciudad de Buenos Aires) siempre quise ir. Así que apenas pude, organicé la salida. Me pareció una muy buena idea conocerlo con Tahiel y sus abuelos y los invité a participar. Fue una muy buena opción y, si pueden hacerlo, se los recomiendo. No solo porque siempre es emotivo que los nietos compartan actividades con los abuelos, sino también porque los abuelos pueden tomar un rol activo (que seguro les encantará) al contarles cómo era que ellos jugaban en su infancia.


No sé Tahiel, pero lo que más disfruté yo fue eso. Verlo a mí papá explicarle que solo se divertían con un piolín y un botón o con una rueda que hacían girar con un palo, me generó una linda sensación. Por eso, la sala que más me gustó fue la primera a la derecha:
JUGAR CON NADA/JUGAR CON TODO.
En esta frase se resume mucho más que una época, se resume una idea que se pierde cada vez un poquito más, pero que es tan necesario recuperar. No está mal que los chicos tengan juguetes modernos y costosos, pero también está bueno que sepan que pueden armar grandes juguetes con otros materiales caseros o de reciclaje. Yo suelo insistir mucho en eso con Tahiel y armamos ciudades y escenarios de títeres con cartones, estacionamientos con cajas de zapatos, autos con diskettes viejos (ya sé que la palabra “viejo” es redundante en este caso) y muchas otras cosas. No solo para estimular su imaginación, sino también para que vaya tomando consciencia de que no solo se puede jugar con algo caro.
En esta sala se exponen juegos tradicionales y populares que se usaban en la vereda. Algunos eran de mi infancia también, como el elástico y el dinenti (¿ustedes también jugaban a alguno de esos?). Y lo lindo es que además de verlos uno puede experimentarlos. Tratar de escuchar a través de una lata, hacer girar un trompo, saltar a la rayuela, practicar con el dinenti, entre otras opciones. Cada juego tiene un cartel con el año o década en el cual se solía usar y una breve explicación de su uso o su historia.
Y otro detalle que me encantó fue la frase con la que te despide esta sala: HEREDAR LA CULTURA. Los juegos y los juguetes forman parte de esa cultura.

La segunda sala que más me gustó fue la que se encuentra frente a la primera y que se llama:
EL UNIVERSO/ MI CASA.
Esta es la sala más grande y en la que encontramos juguetes y juegos que hablan de los viajes y de quedarse en casa. Me gustó mucho esa idea del ir y del venir, la misma idea que tenemos de las raíces y las alas. Me gustó porque además de los juegos expuestos en las vitrinas, hay mesas con juegos para que los chicos y los grandes se diviertan un buen rato. Los juegos que están sobre las mesas no son siempre los mismos, por lo que podremos conocer una gran variedad. Tahiel se entretuvo mucho con unas piezas con imanes para armar construcciones y jugó un montón con una nena a la casita de madera.
En las vitrinas encontramos desde autos, barcos y trenes de colección, hasta muñecas y casas de muñecas con todos los detalles. Encontramos juegos de mesa como El Estanciero y el Ludo Matic y naves y muñecos que viajan al espacio.

Casi a continuación de esta sala se puede visitar otra, la más pequeña del Museo del Juguete, que se llama TRABAJAR / DESCANSAR.
Esta sala muestra juguetes y juegos que hablan de trabajos y de entretenimiento. Allí encontramos desde las tradicionales herramientas y muñecos de colección hasta los primeros juegos electrónicos.
“Si bien los juguetes en general están vinculados al tiempo libre, los de esta sala además representan ese tiempo libre, o lo contrario: el trabajo. Por un lado, los entretenimientos, como el teatro, el circo, o el cine, fueron reflejados de maneras alegres y fantasiosas. Por el otro lado, los juguetes que refieren al trabajo suelen ser muy estereotipados. En la vida real hombres o mujeres realizan ciertos trabajos que los juguetes no representan: hay maestras y maestros pero los juegos de maestra son generalmente para las nenas. Una imagen de una fábrica de juguetes que domina la sala nos recuerda que no siempre existieron los derechos de la niñez y que el trabajo era parte natural de la infancia. Todavía es así para muchos chicos y chicas”.

La cuarta sala del Museo del Juguete se llama CONSTRUIR / DESTRUIR
Esta sala muestra juegos y juguetes que hablan de construir y también de destruir, como en la guerra. Una sala que me gustó porque invita a la reflexión sobre varios temas. Y se entiende la construcción no solo relacionada con los juguetes para construir cosas, sino también, por ejemplo, la construcción de la crianza. Entre los temas sobre los que invita a reflexionar están la “guerra” (si es que se puede jugar a la guerra o “está bien” hacerlo) o cómo se percibía la crianza de los más pequeños, ya que en el sector de juegos para bebés cuenta, a través de textos en la pared, cómo envolvían a los bebés con fajas “para darles calor, garantizar que los huesos crecieran bien o moldear su inquieta personalidad”. Algo que, en la actualidad, no se acostumbra a hacer porque se tienen otras ideas sobre la crianza de los pequeños, ideas más relacionadas con la creatividad, el moverse por sí mismos y la libertad de acción.

Es una salida y una experiencia que recomendamos para chicos y grandes.

Todos los fines de semana, el museo organiza actividades recreativas. Al estar ubicado rodeado por un hermoso parque, hay espacio suficiente para jugar y compartir un hermoso momento entre grandes y chicos. Ojalá los grandes nunca dejemos de jugar. ¡Hace tan bien!
Pueden mirar la Agenda del Museo del Juguete para ver qué actividad están programadas cada mes.

Información útil

  • El Museo del Juguete se ubica en General La Madrid 197 – Boulogne. Es la bajada de Thames si van por Panamericana.
  • El horario es miércoles a viernes de 11 a 17. Sábados y domingos de 13 a 17.
  • Se hacen actividades con colegios (y pintan muy interesantes) así que si quiene averiguar no dejen de escribirles a [email protected]
  • Hay un bono contribución de 5 pesos. Por lo que es casi gratis.
  • En el mismo predio, casi al lado del museo, hay una confitería que se llama “Piedra Libre” y en su interior hay juguetes de las calesitas antiguas.

Si quieren conocer más sobre otras actividades para hacer con chicos, no dejen de leer
QUÉ HACER EN BUENOS AIRES CON NIÑOS. 

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