He decidido inaugurar este blog con un artículo sobre una obra arquitectónica contemporánea de talla mayor. Se trata del Museo de Arte de Kolumba, ubicado en Colonia, una de las ciudades Alemanas que se vio más afectada durante la segunda guerra mundial.
Descubrí este museo casi que por azar. Un amigo me llevó a visitarlo, y sin tener mayor referencia previa del tipo de construcción al que me iba a enfrentar, descubrí el que es por hoy mi edificio favorito.
El Museo de Arte de Kolumba es una obra magna del arquitecto suizo Peter Zumthor, quien en el 2009 fue galardonado con el premio Pritzker, la distinción más importante en arquitectura.
La colección de Kolumba alberga antiguas e importantes piezas de arte pertenecientes a la arquidiócesis católica de Colonia. El museo se levanta sobre diversas ruinas de construcciones religiosas, entre las cuales se encuentran “La Iglesia Santa Kolumba”, una antigua catedral gótica, y la “Madonna en las ruinas”, una capilla de los años 1950. La obra de Zumthor consistió principalmente en la recuperación de estas ruinas, diseñando así, un edificio que se levantara sobre este yacimiento, proponiendo un volumen macizo que sutilmente dialogara con la estructura preexistente.
La arquitectura del Kolumba combina estilos y materiales notablemente diferentes, nos enfrentamos a unas ruinas del gótico tardío que se entrelazan con una construcción de arquitectura contemporánea. Sin embargo, Zumthor reclama el retorno a una arquitectura tradicional y práctica que dialogue con los estilos arquitectónicos de otras épocas, un modo de hacer que bien se escapa de la grandilocuencia e uso de grandes tecnologías y materiales modernos presentes en las obras de Franck Gehry, Norman Foster, Zaha Hadid o Jean Nouvel.
Por otra parte, las colecciones son exhibidas bajo un criterio acorde al de su arquitectura, el cual consiste en enfrentar piezas de diferentes épocas. Es así como en cada exposición del museo, se exploran discursos curatoriales de diferente orden temporal. Por ejemplo, en una misma sala podemos encontrar una obra de arte contemporáneo, frente a un retablo del siglo X. De este modo, la combinación de colecciones y a su vez de estilos arquitectónicos, brinda a los visitantes, una real experiencia de inmersión en dos milenios de cultura occidental, reunidos en un mismo lugar.
El museo cuenta con dieciséis salas de exhibición y en todo su centro se encuentra un patio destinado a la reflexión. Después de la visita realizada a éste magnifico museo, podría describir el Kolumba como un espacio casi místico, donde se destaca un gran trabajo arquitectónico y de diseño en cada uno de sus detalles. Sus fachadas en hormigón están labradas con pequeñas perforaciones que dejan entrepasar sutilmente la luz, también el lugar se compone de muros lisos, altos y bajos, espacios vacíos, casi minimalistas, grandes ventanas, olores, juegos de luz y sombra, detalles minuciosos ubicados cada uno con un gran esmero y un alto nivel de perfección. En pocas palabras, el Museo de Arte de Kolumba es para mí, un buen lugar para sentir.
Otras construcciones del mismo arquitecto:
- Kunsthaus Art Museum in Bregenz, Austria.
- Bruder Klaus Chapel, Wachendorf, Alemania.
- Pabellón de Suiza en la Expo 2000 en Hannover, Alemania.
- Baños termales, Vals, Suiza.
- La Capilla de San Nicolas de Flue, Suiza.
Laura Morales.