Museo Sorolla: un valenciano en Madrid

Por Constanza @lamaletadecon
Visitar el Museo Sorolla en Madrid encajonado ahora entre edificios, es un poco triste. Triste porque no dejas de pensar en lo bonito que habrá sido vivir en esa casa a comienzos del siglo XX, cuando el barrio de Chamberí era un lugar bello, tranquilo y cuidado urbanísticamente.
Triste también porque al ver la obra de Sorolla , tan llena de luz y de mar, uno piensa en la pérdida de estímulos sensuales que habrá tenido este excepcional pintor valenciano al encajonarse en el centro de la capital de España.

El Museo se encuentra en una maravillosa casa que fue propiedad del pintor y que se construyó entre 1910 y 1911. Hoy está rodeada de edificios abusivos que se comen las paredes de la vivienda pero conserva aún el encanto y la elegancia con que fue construída.
Una vez superada esa impronta que te da el exterior, entras por un ala trasera para iniciar el recorrido de la magnífica colección. Desde luego , el recorrido se enriquece al estar colgada en la casa en que este pintor vivió los últimos diez años de su vida y dónde pintó varios de ellos.

Una muestra de cómo quedó encajonada la espectacular mansión de los Sorolla en medio del urbanismo del siglo XX



Evidentemente la estética del pintor valenciano está inspirada en sus vivencias marineras de niño que han marcado gran parte de su temática. Nacido en Valencia en 1863, pasó sus primeros veinte años en su tierra natal, fundamentalmente estudiando arte, y experimentando con lo que se llevaba en la época. Como era indispensable marchó a Paris para ver a los impresionistas y de ahí a Roma.
Fundamental en su historia es su matrimonio con Clotilde García , madre de sus tres hijos y musa inspiradora, entre otros de una de las obras más espectaculares de su trayectoria y que se puede ver en el Museo. Me refiero a Un paseo a Orillas del Mar de 1909.


Este cuadro se encuentra en alto en el espectacular espacio que es el estudio del pintor, un espacio en el que se pueden ver pequeños cuadros, bocetos, esculturas cerámica e incluso algunos del los pinceles con que pintaba.

Algunos de los bocetos del estudio






Luego, en la planta de arriba, se hace un recorrido por la evolución del pintor en su obra relativa al mundo marinero o marino.
Sus cuadros alusivos a los trabajadores del mar son una fuente de inspiración tan fuerte como su ya conocidas representaciones de la playa como espacio lúdico y de esparcimiento en donde sus hijos son muchas veces retratados jugando.


La visita termina en el ala principal de la casa, en el recibidor que se abre hacia un espectacular espacio central que hace de Living Room, y el área de la cocina.
Puedes terminar la visita en la tienda del Museo, que como siempre es un bello remate a un recorrido artístico, en donde hay objetos encantadores.
El Museo fue creado a instancias de la viudad de Joaquin Sorolla quien donó su colección a instancias que se haga una Fundación para gestionar un Museo. Desde 1975 el mismo depende del Ministerio de Cultura.