Music-hall, por Cristina Godefroid

Publicado el 15 julio 2017 por Mauro Marino Jiménez @mauromj

El hombre venía así, desde el fondo de la escena hacia el patio de butacas.
Entraba y caminaba lentamente,
desde la puerta hacia el público

y se sentaba.

A veces, esto ocurrió varias veces,
como no existía la posibilidad
de entrar desde el fondo,
o la escena no era demasiado profunda,
o incluso porque las luces no habían sido todavía ajustadas,
o lo habían sido, pero de manera defectuosa,
el hombre entraba por uno de los costados de la escena,
siempre desde el fondo de la misma, y entonces - esto lo hacía a menudo-
efectuaba una pequeño giro sobre sí mismo antes de alcanzar el eje central
del escenario y sentarse de nuevo en el mismo lugar - siempre en el mismo lugar-
y de la misma manera,
como si nada, digo,
lento y desenvuelto.

A veces,
una o dos veces creo recordar,
aunque no hace ni siquiera un año
y ni siquiera dos.
Una o dos veces, digo,
bueno, tres,
admitamos cuatro,
A veces, digo, varias veces,
cuatro veces,
al fondo de la escena
no hubo ninguna puerta.

Otras veces, la escena era tan pequeña,
de verdad, de aquí a aquí y no más, tan pequeña era,
que nada le permitía al hombre caminar lento y desenvuelto.
Nada.

Francamente, he de admitir que hubiese llorado,
aunque parezca que no soy así, les confieso a ustedes que hubiese llorado,
pues la única solución aquellas veces fue que el hombre entrase
caminando hacia el fondo de la escena, de espaldas al público,
tan cerca y tan lejos el uno del otro,

El hombre caminaba entonces de espaldas, así.
Alguna vez, ocurrió una o dos veces,
ocurrió a menudo,
no, a menudo no,
muy a menudo
Ocurrió una o dos veces, digo, que el hombre
entró en sentido inverso,
desde el fondo del público hacia el fondo de la puerta

Entraba en escena y caminaba
varias veces, de un lado al otro,
una o dos veces, digo,

Lento y desenvuelto.
***

El texto es un extracto y una adaptación del francés de la obra de teatro de Jean Luc Lagarce "Music-hall", en la que el protagonista no es un hombre sino una mujer "la fille". El texto no es una traducción fiel sino una interpretación adaptada a mi cuadro.

La pintura es un óleo sobre lienzo (80×80) que me inspiró la obra interpretada por Fanny Ardant en 2012.