Hace poco tuve la oportunidad de volver a ver el documental sobre el concierto que la West-East Divan Orchestra ofreció en 2005 en la ciudad palestina de Ramala.
Esta orquesta, fundada por el músico Daniel Barenboim y el filósofo Edward Said, reúne a jóvenes españoles, israelíes, palestinos y árabes. Este proyecto nació con el propósito de combinar el estudio y el desarrollo musical compartiendo el conocimiento y la comprensión entre culturas que llevan siendo enemigas durante décadas.
Es realmente emocionante ver a jóvenes talentos de culturas tan distintas cómo colaboran juntos en un mismo proyecto, en este caso musical, totalmente al margen de los odios que sus pueblos mantienen entre si.
Es muy triste contemplar la gran cantidad de conflictos que se han producido y sostenido a lo largo de años con el único motivo de pensar distinto, esto tiene lugar de una manera exagerada cuando se trata de creencias religiosas. La religión es, posiblemente, la principal causa de la mayor parte de las muertes y sufrimiento humano a lo largo de la historia, creo que sobran los ejemplos.
Hemos de darnos cuenta que la religión, como el 99% de las creencias e ideologías que todos tenemos proceden del entorno en que nacimos y nos criamos, si hubiéramos nacido en otro lugar del mundo nuestras ideas y prioridades serían totalmente distintas, por tanto el que piense que está en posesión de la verdad creo que debe reflexionar que todo depende de factores exógenos, no de nosostros mismos, y muchísimo menos producto de una reflexión.
Dice Daniel Barenboim: "Para lograr la paz hay que combatir la ignorancia". Cuando el ser humano se de cuenta que no tiene que depender de ningún ser superior para poder dar sentido a la propia existencia todo irá mejor porque no habra necesidad de querer convencer a nadie de nuestras creencias, ya que entenderemos que todo es relativo, nadie tiene la verdad absoluta por el mero hecho de creer en algo o "alguien" en concreto.
Sólo la capacidad de razonar que el ser humano ha adquirido a lo largo de la evolución y no ningún tipo de revelación puede llevar a la humanidad por el camino correcto; en caso contrario estamos condenados a autodestruirnos por causa de unas creencias que, además, van en contra de nuestra propia existencia y son contrarias a nuestra esencia como seres racionales completos.
Pensemos que todos tenemos parte de razón en todos los órdenes de la vida, somos una comunidad y nadie es poseedor absoluto del conocimiento de la senda que nuestra especie ha de recorrer para lograr los objetivos de conocimiento para los que estamos capacitados.
Por todo esto me parece muy buena metáfora ésta que contrapone a la música contra la ignorancia.
Concluyamos con el cuarto movimiento de la 9 Sinfonía de Beethoven a cargo de estos jóvenes para los cuales lo importante son las personas y no las creencias inculcadas por su entorno. Disfrutemos.