Y es que no en vano, Elmer Bernstein, su compositor, tuvo la nada despreciable cantidad de 14 nominaciones a los óscars por su prolífica obra, y en esta en particular, saca todo el provecho al ritmillo de la percusión proporcionándole el tono adecuado para esta extraordinaria película bélica.
Y su sombra es alargada, para nuestra fortuna. Aquí podemos comprobarlo en la divertidísima Chicken Run (Evasión en la granja), que además de estar repleta de homenajes a la anterior película en su argumento, también lo hace en su banda sonora, de John Powell y Harry Gregson-Williams: