Esto es una historia de amor a contracorriente, una historia creíble, no todo en ella es idílico, aquí descubriremos una relación entre dos personas normales y corrientes que podemos encontrarnos por la calle.
¿Quién es ella? Mónica, periodista desencantada, una chica que no ha cumplido todavía los treinta y que no se encuentra en un buen momento, ni personal ni laboral. Ella nos cuenta la historia, una historia que parte de una noche en la que se deja llevar por la descerebrada de su amiga Alba y va a parar a una discoteca donde decide beber y dejarse llevar por el destino. "Porque esa noche, en vez de estrellarme, encontré lo único hermoso y limpio que de veras he tenido"¿Quién es él? Ramón, cuarenta y cinco años, con un pasado a sus espaldas, algo introvertido, hermético, misterioso. El azar hace que se encuentren una noche y ya nada vuelva a ser lo mismo. Dos personas a priori diferentes, con vidas que apuntarían hacía la incompatibilidad de ambos, pero nada puede hacerse contra el destino, un destino lleno de música, de la banda sonora maravillosa que va de la mano de esta historia, canciones que todos hemos escuchado en alguna ocasión y que los protagonistas emplean para desnudar sus corazones. Una novela sencilla, pero intensa y profunda, narrada de forma muy elegante. Una historia que llega más allá de sus últimas páginas, acompañada por canciones inmortales. De necesaria lectura.
"Lo que esperamos no siempre resulta estar a la altura, pero los instantes de espera, cuando la ilusión se mantiene intacta, y cuando se tiene la intuición de que se espera algo que vale la pena y que podría llegar, son de los pocos espacios de placidez y plenitud que conoce el alma humana. Me gusta tanto caminar, y esperar, como esperar mientras camino."