Música para Gatos - Ep. 89 - Pequeña historia del Jazz brasileño.

A principios del siglo XX en Brasil el jazz era considerado una música de baile que se concretaba a través de las big bands y que estaba centrado mayoritariamente en los grande núcleos de población como Rio do Janeiro, Bahia o Sao Paulo. Eso seguiría así hasta la década de los 30s momento en el cual el jazz comenzó a diseminarse por todo el país. Pero sería a partir de la segunda mitad de los años 40s cuando los géneros extranjeros comenzaron realmente a interactuar de forma evidente con la música local, especialmente el bolero, la rumba, el cha cha cha y el cool jazz. El programa de radio The Voice of America, transmitido a partir de 1942, llegó prácticamente a todo el mundo. En Brasil, la radio era el único medio masivo para escuchar el jazz, y durante ese periodo aparecieron en algunas capitales brasileñas, clubes y espacios para shows, al estilo de los clubes norteamericanos, cosa que elevó considerablemente el número de músicos brasileños influenciados y, por tanto, dedicados a ese estilo. Ya en los 50s el jazz fue reconocido por el gobierno norteamericano como un agente de propaganda del american way of life durante la Guerra Fría, usándolo para penetrar la barrera Este-Oeste, divulgando el estilo y enviando músicos de proyección al exterior como embajadores culturales siendo dichos músicos financiados directamente por el departamento de estado norteamericano. Hasta ese momento era el jazz la música que había influenciado a las corrientes musicales locales de Brasil pero eso empezaría a cambiar hacía el año 58 coincidiendo con el enorme estallido de la bossanova. La bossa se introdujo intensamente en la cultura norteamericana y toda una generación de instrumentistas influenciados por el jazz se involucró con este género en Brasil. Uno de los preludios de esta fusión ocurrió en Los Angeles en 1953, cuando Laurindo de Almeida (guitarra) y Bud Shank (saxofón) grabaron el álbum Brazilliance. El disco sembró la semilla de lo que sería el samba-jazz. El impacto de aquel larga duración fue extraordinario y el solito fue capaz de abrir las puertas a un estilo hasta entonces inimaginable. Braziliance fue editado en Brasil y conquistó inmediatamente a una nueva generación de músicos que serían a la postre las figuras relevantes de la bossa nova. 

Todo lo comentado comenzó a concretarse en noviembre de 1962, después del concierto inaugural de la bossanova en el Carnegie Hall en Nueva York. Ese mismo año Joao Gilberto grabaría junto a Stan Getz y Tom Jobim una auténtica obra maestra que se llamó Getz/Gilberto que consiguió un éxito enorme a nivel planetario y fue capaz de desplazar a los Beatles del primer puesto de las listas de ventas. A partir de entonces músicos como Luiz Bonfá, João Gilberto, Tom Jobim, Sérgio Mendes, Carlos Lyra, João Donato, Eumir Deodato, Moacyr Santos, Don Salvador, Marcos Valle, Oscar Castro Neves, Baden Powell, Sivuca y Raul de Souza y algo más tarde Flora Purim, Hermeto Pascoal, Egberto Gismonti, Airto Moreira, Eliane Elias, Joyce, Milton Nascimento, Ivan Lins o Djavan comenzaron a ser invitados habituales en conciertos celebrados en locales de todos los rincones de Europa, Japón y Norteamérica, con grupos liderados por ellos o como parte integrante de bandas de bossanova, jazz latino o del recién creado jazz fusion que se acababa de cocinar en ciudades como Los Ángeles, New York, Chicago, San Francisco o Philadelphia, Hoy os vamos a hablar de todo lo que sucedió a partir de ese momento. Y para demostrar la excepcional mescolanza que se produjo entre el jazz y la música de Brasil hemos decidido iniciar el programa de hoy con una prueba incontestable.