Música para películas imaginarias

Publicado el 11 febrero 2018 por Carlosgu82

A mediados de la década de los noventa U2 estaba en plena resaca post gira Zoo Tv. Los dos discos que dejaban atrás, Achtung Baby y Zooropa, y la propia gira, los habían dejado exhaustos. Bono y The Edge se marcharon al sur de Francia, donde se compraron una casa de manera conjunta. A la otra mitad de la banda no le pareció una buena idea, así que Larry y Adam decidieron relajarse de otra manera, y se marcharon a Nueva York, para aprender nuevas cosas sobre la música, como la programación y la producción. Pero sus mentes no ponían estar del todo relajadas, y mientras absorbían nuevas influencias, como la música electrónica de The Chemical Brothers o Underworld, optaron por hacer un experimento con uno de sus productores de cabecera, Brian Eno. El proyecto iba a ser una especie de entrenamiento para comprobar hacia donde podía ir su próxima obra. Bono y The Edge propusieron a Brian Eno hacer la banda sonora de una película. Y se pusieron a ello. Puesto que no consiguieron una película en la que poner su música (estuvieron a punto de hacerlo para la película The Pillow Book), siguieron adelante con el proyecto, y en lugar de firmar la música como si fuera un trabajo de U2, lo hicieron como una nueva banda a la que bautizaron como Passengers. Eno decidió que la música que estaban creando sería algo así como la música de películas imaginarias. Por eso el primer y único disco de Passengers se titula Original Soundtracks 1.

Original Soundtracks 1 es una colección de canciones muy heterogénea. En el disco no solo se involucraron los miembros de U2 y Brian Eno, sino que contaron con la ayuda del productor de música electrónica, Howie B. Los resultados de tantas mentes creativas son canciones más cercanas a la música experimental y al ambient, un terreno que domina a la perfección Brian Eno. Larry, el batería de U2, sintió que aquello no era para él, que no era algo que los fans de la banda pudieran entender del todo. Pese a que participó en el proyecto, no quedo contento con el resultado.

En el disco hay momentos que pueden sonar ligeramente a lo que estaba haciendo U2 en aquellos años. Por ejemplo, el tema que cierra el álbum, Theme from Let’s Go Native, tiene un ritmo de bajo y batería que recuerda mucho a The Fly de Achtung Baby. Cuando la mezcla U2 / Brian Eno estaba a partes iguales, el resultado era magnífico, como la, en mi opinión, extraordinaria, Your Blue Room. Esta es sin duda una de las grandes canciones del disco, junto con Miss Sarajevo, en la que colaboró el tenor Luciano Pavarotti. Ambas composiciones se alejan un poco del resto del disco, mucho más abstracto y experimental, en donde buscaron algo más orientado a la verdadera razón del proyecto, una banda sonora.

Cuando optaron por hacer música para esas peliculas imaginarias, se puede entender que la creatividad de Brian Eno eclipse al resto, porque es en esos temas en donde uno puede sentir que está escuchando algo creado por el propio Brian Eno. En ese sentido, escuchar Slug, Always Forever Now, Beach Sequence o One Minute Warning, lo traslada directamente a un disco de Eno, o incluso a la música de una película de ciencia ficción. De hecho una de esas composiciones acabó en la banda sonora de una película, que si bien no era de ciencia ficción, se acoplaba perfectamente a ella: Heat de Michael Mann.

Original Soundtracks 1 fue una divertida anécdota dentro de la carrera de U2, pero sirvió de base al siguiente de sus pasos, un disco a medio camino entre el rock y la música de baile, que contaría con la producción de Howie B. Aquel disco se llamó Pop, y no es que recibiera tan buenas críticas como sus anteriores trabajos, pero guardo muy buenos recuerdos de él. Ese periodo creativo de U2, me resulta mucho más atractivo e interesante que lo que han hecho después. Si bien este Original Sountracks 1 puede resultar demasiado ecléctico, tiene unos momentos que te elevan y te sumergen en el ambiente que intentaron crear junto a Brian Eno.