El ganador del Premio Nobel de la Paz este año ha sido el Primer Ministro de Eitopía, Abyi Ahmed, por haber contribuido a la pacificación de una zona en conflicto entre Etiopía y Eritrea, que han vivido una sangrienta confrontación entre 1998 y 2000, y cuyas relaciones se mantuvieron en tensión hasta 2018 gracias en parte a los esfuerzos de Abyi Ahmed. Aunque en los últimos meses la tensión se ha recrudecido y ha aumentado la violencia étnica en Etiopía, finalmente el Premio Nobel de la Paz ha recaído en el político africano, aunque la favorita parecía ser este año la joven activista sueca Greta Thunberg. Precisamente ella es una de las protagonistas del Tour Cornucopia que ha traído estos días a la cantante islandesa Björk a tierras noruegas. Cornucopia es el concierto más ambicioso tecnológicamente hablando de la compositora y cantante, y fue concebido inicialmente para representarse en Nueva York, para seguidamente iniciar una gira en la que no ha recalado en España. Uno de los conceptos principales del concierto es la recreación de un mundo futurista en el que la naturaleza y el ser humano coexisten en armonía. Y en ese contexto es en el que, casi al final de la actuación, Björk elimina todos los elementos tecnológicos para ofrecer un mensaje en video de Greta Thunberg, en el que formula su llamamiento a luchar contra el cambio climático desde la juventud, ante la incapacidad de generaciones anteriores para solucionar el problema a tiempo. El Tour de Björk termina el 8 de diciembre en Estocolmo, por lo que no es arriesgado pensar que pueda contar con Greta Thunberg en directo. Cornucopia es uno de los conciertos más espectaculares que hemos visto en los últimos años. Con un concepto visual apabullante, que proyecta sobre una pantalla gigante y sobre dos cortinas formadas por cuerdas que se disponen de diferente manera, imágenes generadas por ordenador por el artista digital Tobias Gremmler que son hermosas y en ocasiones también algo amenazadoras, pero que conforman una variada mezcla de naturaleza y tecnología. Comenta Björk que se trata de una puesta en escena de "teatro digital". En este sentido, no es casual que se eligiera como directora a una cineasta, la argentina Lucrecia Martel, realizadora de películas como La ciénaga (Lucrecia Martel, 2001) o La mujer rubia (Lucrecia Martel, 2008), después de las desavenencias con el director teatral John Tiffany. De hecho, la propia Lucrecia Martel ha comentado que "a veces es difícil entender lo que quiere Björk, y en ocasiones parece que todo va a ser un desastre, pero cuando ves todos los componentes unidos, el resultado es increíble".
A punto de abrirse el telón. Cornucopia 2019
Efectivamente, Cornucopia no es solo un concierto de una cantante con excelentes cualidades vocales a sus 53 años, sino que nos transporta a un universo nuevo, diferente e hipnótico. Desde el comienzo con las versiones corales de temas de Björk como "Sonnets/Unrealities Xi" o "Cosmogony" a cargo del grupo coral islandés The Hamrahild Choir, que funcionan como introducción a capella de la presencia de la cantante interpretando "The gate". Casi todo el concierto gira en torno a su album Utopia (2017, One Little Indian), uno de los discos más fascinantes de su carrera. No estamos ante una simple representación de las canciones de un artista sobre el escenario, sino que el concierto está concebido con una estructura narrativa que permite la introducción de arreglos especiales a cargo de la propia cantante, otorgando una dimensión diferente a las composiciones.Tras el mensaje de Greta Thunberg, Björk regresa al escenario para interpretar las dos últimas canciones, "Future Forever", del album Utopia y "Notget", del album Vunicura (2015, One Little Indian), que suponen un colofón perfecto a una noche que se ha convertido en una auténtica fiesta para los sentidos.
Una de las iniciativas más interesantes de este año es el nacimiento de un nuevo festival de cine en lengua hispana. Escena. Ibero-amerikanske Filmdager nace con el propósito de difundir la cultura de origen hispano a través del cine. Aunque su programación aún es escasa y se limita a un solo fin de semana, a poco que consigan darle el impulso promocional que necesita, puede convertirse en una de las citas culturales más importantes en una ciudad en la que la presencia latinoamericana y española es notable.
Por el momento, siete películas han formado parte de su programación, que se han proyectado a lo largo del fin de semana. El mayor reclamo ha sido el estreno de la última película de Pedro Almodóvar, Dolor y gloria (Pedro Almodóvar, 2019) y algunas propuestas iberoamericanas interesantes como la portuguesa São Jorge (Marco Martins, 2016), una película en torno a las consecuencias de la crisis económica, por la que el actor Nuno Lopes ganó el Premio de Interpretación en la Mostra de Venecia, y que contiene elementos sobresalientes pero en un conjunto algo desequilibrado. También la argentina El amor menos pensado (Juan Vera, 2018), comedia de escritura chispeante y grandes actores como Ricardo Darín y Mercedes Morán que ya se ha proyectado en festivales noruegos como Oslo Pix. O la mexicana La jaula de oro (Diego Quemada-Díez, 2013), dirigida por un español que ha trabajado como operador de cámara de Alejandro González-Iñárritu o Ken Loach, y que logró en 2013 el Premio al Mejor Reparto en la Sección Un Certain Regard del Festival de Cannes y estuvo nominada al Goya como Mejor Película Iberoamericana. Dura y con escasos diálogos, la historia se centra en tres jóvenes emigrantes que inician una larga travesía intentando cruzar la frontera de Estados Unidos. La película tiene algunas virtudes que provienen del cine de Ken Loach, esa conexión con la realidad concisa, certera y ausente de todo elemento ornamental que distorsione el objetivo de la cámara. Espléndido debut de hace algunos años pero que en tierras noruegas resulta inédita y ciertamente necesaria su recuperación.
Jorge Martí y la directora del documental, Mia P. Salazar en una interesante conversación.
Pero sobre todo ha resultado interesante la presentación del documental En medio de la nada (In the middle of Norway) (Mia P. Salazar, 2019), un mediometraje estrenado en Movistar + el pasado mes de abril en torno a la dualidad mental y física que vive el cantante del grupo La Habitación Roja, Jorge Martí, estrella de la canción en España y algunos países latinoamericanos gracias a su grupo, y anónimo enfermero durante varios meses en una pequeña población noruega, donde vive con su mujer, que padece el Síndrome de Fatiga Crónica, lo que le impide moverse de su casa. El documental es una producción realizada con pocos medios pero buenas ideas, aunque en su contra tiene cierto aire de melancolía que en ocasiones ofrece una idea de Noruega algo tópica en torno a la inadaptación y la aparente frialdad de los noruegos, algo que es más típico que real. Y también ofrece una visión excesivamente oscura de un personaje, Jorge Martí, que tiene un gran sentido del humor y que es, aparentemente, menos apático que lo que vemos en la película. Sus 38 minutos de duración, al contrario que en otras ocasiones, se nos antojan escasos, porque parece que se han quedado cosas interesantes sin contar, especialmente en torno al personaje de la mujer del protagonista, quizás por falta de tiempo o por un excesivo respeto por la enfermedad que impidió a la directora ahondar más en ella. Pero en todo caso se trata de un retrato sincero y honesto sobre un personaje que nos fascina aún más después de ver la película.
Es de agradecer por parte de los organizadores la invitación al protagonista y la directora a entablar un interesante y también emotivo intercambio de comentarios con el público, la mayor parte del cual sin duda se reconoció en Jorge Martí, porque la sala estaba llena de españoles y latinoamericanos que viven en Oslo, lo cual le dio al encuentro un carácter especialmente íntimo, sobre todo al final, cuando Jorge Martí interpretó algunas canciones de La Habitación Roja con su guitarra. Es precisamente este tipo de iniciativas en contacto con los creadores lo que le puede dar a Escena un hueco merecido en el, no especialmente amplio, panorama cultural de la capital noruega.
Jorge Martí interpreta canciones de La Habitación Roja en una actuación íntima.
El Tour Cornucopia finaliza el 8 de diciembre en Estocolmo. El Premio Nobel de la Paz se entrega el 10 de diciembre en el Ayuntamiento de Oslo.
Dolor y gloria se puede ver en Netflix España.