En muchas ocasiones he hecho mis propias reflexiones en este blog sobre la importancia de la música en nuestras vidas y en la propia sociedad. Lo cierto, es que la música está presente como una forma más de comunicación, tanto es así que ha evolucionado de tal manera que existen también redes sociales en las que el nexo de unión entre sus usuarios es la propia música.
La música cambia y evoluciona según se suceden las tendencias y modas. Pero como en todos los ámbitos muchos nos quedamos fuera de los estilos actuales y somos fieles al nuestro propio, signo inequívoco del paso de los años. ¿ Quien no ha dicho u oído decir refiriéndose a los más jóvenes?; ¡esto no es música, música era Dire Straits, Pink Floyd o Supertramp!. He de reconocer que nos hemos quedado un poco anticuados, pero lo cierto es que yo, como muchos de vosotros pienso así, creo que la música impuesta por las tendencias actuales, salvo escasas excepciones no tiene mucho valor ni comparación con las bandas antes citadas como ejemplo.
La grandeza de la música reside precisamente en esto, existe una gran variedad de estilos y formas de hacerla, todo es subjetivo depende en este caso con los oídos con los que la escuchemos. ¿Nos hemos parado alguna vez a pensar que sería de nuestra vida cotidiana sin música?, ¿os imagináis los anuncios televisivos sin fondo musical, o una película sin banda sonora o programas de radio sin sintonía? Si os paráis a pensarlo sería algo muy extraño. La música realza las imágenes, es un complemento ideal necesario para los medios, para la publicidad y para todo lo relacionado con los sistemas audiovisuales.
¿Como sería una celebración, por ejemplo una boda, sin música?. Como ya hablamos en otro post de este blog titulado, La Importancia de la música en la sociedad, en las antiguas civilizaciones ya estaba presente la música como un elemento muy importante de la sociedad, en celebraciones, funerales, teatro, etc. Lo bueno de la música es que podemos utilizarla, dependiendo de la ocasión o de nuestro estado de ánimo. Pongamos algunos ejemplos, si estamos eufóricos y queremos seguir alimentado ese estado de alegría podríamos elegir, por ejemplo, dentro de los grandes clásicos una alegre obertura que siempre me gustó del genial Gioachino Rossini, titulada la Gazaa Ladra.
Esta Obertura con su ritmo y vigor reforzará aún más nuestro entusiasmo y alegría. Quiero advertir que estos ejemplos que pongo forman parte de mis propios gustos musicales, que es posible muchos de vosotros no compartáis, me gustaría que participaraseis con los vuestros propios. Bien, como veréis existen muchos tipos de música en este caso nos hemos ido a un compositor clásico del siglo XIX, pero también podríamos poner un ejemplo dentro de la música más actual. Aunque menos impetuoso que la obertura de Rossini pero con un ritmo alegre y optimista podríamos escuchar una magnífica canción de Sam Cooke, titulada Wonderful World.
Estos dos temas son un pequeño ejemplo de como puede la música ayudar a alimentar aún más si cabe nuestro optimismo. Pero como hemos dicho la grandeza de esta, reside en que cada uno la hacemos nuestra e interpretamos de una manera diferente. !Pero ojo!, los que no dominamos la lengua inglesa, podemos llevarnos algunas sorpresas, cuando escuchamos alguna canción con ritmo alegre y el contenido de esta esconde una triste historia, es el caso, por ejemplo del tema del cual ya hablamos en este blog, It never rains in sothern California de Albert Hammond.
La música se utiliza como una terapia alternativa que puede influir directamente en nuestro comportamiento. Desde nuestra más tierna infancia hemos convivido con ella, se utilizan canciones de cuna para dormir a los bebes. La música nos hace compañía, nos alegra el espíritu, alivia nuestras preocupaciones. También es un vehículo para estrechar lazos entre los que sentimos la misma afición, este es el caso de los compañeros que comparten blog dedicados a esta temática, con muchos de ellos, aunque en la distancia me unen lazos comunes.
En definitiva tomando las palabra del tenor Jonas Kaufmann; La música es una poderosa medicina, es un remanso de emociones absolutamente necesario que además puede modificar nuestras vidas.
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